EL PEZ PREDICADOR
Martyk era un pez muy curioso, que le gustaba navegar por todas partes incluso por sitios donde no podan entrar peces, ya que eran lugares donde se paseaban tiburones muy malvados y despiadados, pero Martyk no les tena miedo, era el pez ms valiente aunque aun era un joven pez, era capaz de defender su acuario y los que no vivan con ellos, no les gustaba el abuso en el mar, era capaz de romper redes y darles libertad a los peces, era muy inteligente, creativo, le gustaba la msica, ayudar a los dems, y sobre todo hacer competencia de nados, de hecho era el mejor que nadaba y todas las noches suba a la superficie para mirar las estrellas.
Una noche haban raptado al pobre Martyk, ya que era de un color llamativo, un pez arcoris, pero no era como los dems que tenan dos o tres colores, el no, el era muy colorido incluso sus colores de noche brillaban como nen, era un pez muy raro, muy atractivo para el comercio, haban metido a Martyk en una pequea nevera con agua de mar, se acercaban a la orilla, Martiyk no tena miedo, era muy curioso y todo lo que le pasaba el lo disfrutaba, adems estaba muy deseoso de conocer el mundo humano, al llegar la lanchita a la orilla, rpidamente sacaron la neverita con Martyk dentro, lo entraron a una casa de playa, all quedo encima de una mesa.
Al amanecer lo llevaron rpidamente en una bolsa con agua, eso si no le gustaba, no se poda mover, a la casa del pastor, pues el pescado de su hija haba muerto y tres jvenes de la iglesia que trabajaban en pesca, no se ganaban as la vida pero es el mejor pasatiempo para la tranquilidad y para disfrutar con los dems jvenes, el Pastor haba sido pescador, pero ahora era pescador de hombres. Tintun deca el timbre de aquella casa no muy lejos del mar pero tampoco lejos de la ciudad, no era una mansin, tampoco una casa pobre, haba sido herencia de sus padres, la nia abri la puerta, vestida con un traje rosa hermoso y sus zapatos blancos, uno de los tres jvenes le sonri a la nia y sacando su mano de atrs le mostro el pescado, la nia sali corriendo de felicidad hacia la cocina donde se encontraba su padre diciendo papi, papi me trajeron un pez, el padre se levanto rpidamente de la silla, dejando all su taza de caf aun botando humo y al lado las galletas con mantequilla, las favoritas de su abuela, al llegar a la puerta les dijo a los jvenes, Dios les bendiga, se quedo en shock al mirar el pez, le vino a la memoria la vez que su abuelo se haba retratado con un pez igual, pens que tal vez eran familia, al reaccionar se acerco a la puerta, tomo el pez y lo hecho en la pecera que estaba esperando un husped nuevo.
Era domingo de iglesia as que todos salieron juntos, y all quedo Martyk nadando en su nuevo hogar, mirando como vivan los humanos, no se quejaba, saba que muy pronto volvera a su lugar de vuelva y que tena una nueva historia que contar.
Al amanecer los peces se volvieron locos buscando a Martyk por todas las partes que poda estar, bueno casi todas no entraban a territorios de peligros como hacia el pez arcoris, pez muy travieso, pero sus amigos no lo encontraron, se pusieron muy triste y asustados, quien los podra defender ahora, no haba nadie tan valiente como Martyk, se quedaron juntos en su lugar, no se movieron, no nadaron, incluso algunos ni comieron, se escondieron en sus casas y no salieron para nada, un poco ms y se quedaban sin respirar, peces miedosos.
Mientras Martyk esperaba ansiosamente ver a la nia, pues nunca haba visto algo tan hermoso como ella, y su papa, pues le daba un poquito de miedo, se vea muy rudo, era alto, trigueo, sus ojos eran color miel, y era ancho de espalda, Martyk trago hondo, era la primera vez que algo le daba un poco de temor, pero a la misma vez confianza, vio algo en su mirada que no conoci, cuando el Pastor se haba quedado en shock, eso lo sorprendi, Martyk estaba hundido en sus pensamientos, no se haba dado cuenta que la nia lo estaba mirando curiosa y que su papa tambin lo estaba mirando curioso, solo escucho un clack, la nia le haba dado en el cristal y brinco por encima del agua y volvi a caer en la pecera, pues no la tenan cerrada, la nia dijo wow y el papa solo rio, dando pasos a la cocina, el pez tena un oido muy fino, poda escuchar cualquier cosa, era el nico en su especie, su familia haba muerto o llevado a los humanos, no saba bien la historia, lo haban criado otros peces arcoris que aparentemente eran sus tos, pero sus padres y sus abuelos, de ellos no saba.
Martyk estaba atento a todo, a cada movimiento, estudindolos sigilosamente, por la tarde el pastor se sent en el mueble con la biblia abierta, Martyk quera saber qu era eso y la nia caminando por al frente de la pecera para llegar a donde estaba su padre, le dijo eso es una biblia y a propsito cmo te llamas? El pez se echo hacia atrs pensando es verdad aun no le he dicho como me llamo, mirando abajo viendo algunas piedras de colores, empez a mover de aqu para all y escribi su nombre Martyk, la nia se haba impresionado tanto que llamo a su padre, su padre miro, dejo la biblia abierta en la mesa, se levanto con un poco de pesadez y se dirigi a la pecera cuando vio el nombre, dijo definitivamente este pez era de lo que mi papa me haba hablado. La nia lo miro sorprendido, y su papa solo suspiro y empez a contar la historia que Martyk no saba.
Hace mucho tiempo atrs tu abuelo era pescador, eso lo sabes, le gustaba pescar de noche, deca que era ms tranquilo, deca que vea luces ms all del mar y que quera saber que era, una noche se fue, y encontr un pez como este, Martyk trago hondo pens est hablando de mi padre o de mi abuelo o de mi madre, Martyk haba abierto los ojos lo ms grande que pudo, la nia se rea al verlo, y el pastor se haba dado cuenta de esa expresin y prosigui, mi padre capturo el pez, era muy grande y sus colores brillaban como nen, era bien peleonero el pez, incluso el pez hablaba, lo cual asusto mucho a mi padre, en ese tiempo haba contaminacin en el mar, los dems peces murieron, pero mi padre pudo rescatar al pez arcoris ms inteligente de todos, Martyk ahora pensaba era mi tataratatara abuelo o algo as, el pastor se rio saba lo que estaba pensando Martyk, mi padre y el pez se hicieron buenos amigos, era un viejo cascarrabias el pez pero le dio las gracias por haberlo salvado, incluso le dio la ubicacin de donde se encontraba su esposa, si es que aun estaba con vida, mi padre no tardo, se preparo la noche siguiente con otros dos buzos mas que eran mis tos, y se tiraron al mar, encontraron la esposa del pez, mi padre la tomo con suavidad y la llevo a esta misma pecera, el nico recuerdo que me queda es la historia y la foto de mi abuelo con el pez, el pastor subi las escaleras, entro a su habitacin y bajo con un cuadro en blanco y negro, Martyk pudo ver su tataratataratatara. En fin abuelo, no poda creerlo, as de grande es que iba a crecer se preguntaba, el pez muri y mi abuelo tiro a la mar a su esposa, mi padre tambin muri y nunca ms supimos de tu especie hasta ahora que te encontraron a ti pequen.
Martyk se quedo un poco, bueno aun estaba digiriendo toda esa informacin, entonces yo vengo de una familia real del mar, estaba en lo correcto, el pez era un rey entre los peces, de sangre real, hasta que desapareci la dinasta o se mudaron de lugar, entonces yo soy rey deca Martyk. Luego el padre dejando el cuadro que era valioso para l en su habitacin, se dirigi de nuevo al mueble a leer la biblia, luego puso una predicacin en el televisor y la nia aun con su hermosa sonrisa no se despegaba del pez, le deca eso se llama predicacin, y cada da le enseaba a Martyk que era predicar y como se haca, que se deca y etc, claro sabia que los peces no tienen alma, pero Martyk deca que si, porque era un ser vivo, tena que tener alma. Hasta que llego el da que el padre decidi soltar a Martyk al mar, no paso mucho tiempo, una semana tal vez, pues era un pez preciado, buscado y adems ya estaba preparado, la nia estuvo de acuerdo, pues tena esperanza que Martyk encontrara a su familia, pens que Martyk tal vez tenia madre, la nia no la tena, haba muerto cuando naci, pero era la misma imagen de ella, y le bastaba con mirarse al espejo y ver a su madre en ella.
Echaron a Martyk al mar de noche, los tres jvenes lo echaron donde mismo o ms o menos lo haban cogido, el pez arcoris era una leyenda en ese lugar, las personas lo respetaban, era algo valioso para ellos, por eso nadie los casaba, solo los que no respetaban las leyes y bueno los jvenes que no saban que era un arcoris, aunque era algo obvio, conocan los otros arcoris, no haban visto uno de sangre real como Martyk, muchos decan que se haban extinguidos pero en alguna parte del mundo Martyk deca tiene que haber aunque sea uno. Martyk volvi a su casa, a su hogar, por la maana todos despertaron alegres, Martyk les contaba todo lo que haba pasado, su nueva aventura, incluso les trato de predicar pero ellos no hacan caso, as que triste se fue a otros lugares, pero de igual no les hacan caso, hasta que se encontr con un tiburn blanco y le dijo pez arcoris, me entusiasma tu deseo, pero nosotros somos peces, no humanos, no tenemos almas, morimos y ya, ellos no, ellos si mueren van al cielo o a un lugar que llaman infierno, por eso ellos predican para rescatar las almas, pero nosotros no somos de esa clase, Martyk se quedo atonito con lo que la tiburn deca, sus palabras no lo ayudaban al contrario lo desanimaban mas y mas cada vez, hasta que la tiburn dijo, he visto en otros lugares peces como t, Martyk haba nadado tanto que no saba dnde estaba esta vez, seguramente muy lejos de lo que era su casa, al escuchar que haban otros peces igual que el quedo mas sorprendido y le dijo llvame con mi familia, pues haba aprendido que era mucho mejor estar con la propia familia, aunque en el caso de los humanos no era de todo cierto, la tiburn comenz a nadar y Martyk les segua, no saba donde estaba, no haba nadado tan lejos, se senta como aos nadando aunque descansaban, hasta que llego a su verdadero hogar.
Aqu esta hermano Martyk, era un lugar hermoso, lleno de colores, los peces lo mas nios lo miraban extrao, los jvenes confundidos y lo mas adultos lo miraban con sonrisas, haba llegado el hijo prodigo, sali el gran rey de ellos, Martyk no le pregunto que quedaba de l, seguramente era un tataratataratatara en fin otro abuelo, Martyk les explico todo lo que paso, el rey solo le dijo, hijo mo no nos salvamos pero en la palabra del gran creador dice todo lo que respira alabe a Jehovah, salmos 150:6, y nosotros respiramos por tanto le alabamos, la tiburn blanca le dijo en pocas palabras somos peces cristianos, Martyk enloqueci de alegra, daba vuelvas y vueltas no poda parar de nadar, se haba vuelto loco, siempre haba deseado estar en un grupo que pensaran igual que l, eran su familia, no por ser peces arcoris, pues no todos eran, haban incluso tiburones creyentes y as con la ayuda de ellos y de Martyk aunque no predicaban salvacin, pero si predicaban como todo el mar Alaben al Creador.
PD: No se olvido donde vivi todo ese tiempo con sus supuestos tos, pero ellos ni crean, ni alabaran al Creador, por lo cual no le haca falta vivir ni pasearse por all, aunque si nadaba para ver la nia en el muelle todo el tiempo que estuvo vivo, la nia ya se haba convertido en una mujer, Martyk envejeci, logro predicar, logro reinar un acuario de peces misioneros y al llegar su momento de morir, nado con todas sus fuerzas de anciano y llego al muelle, la mujer se paseaba en ese entonces, al verlo en la orilla corri hacia l, lo abrazo y lloro, pues se haba convertido en su mejor amigo, el gran Martyk muri en sus brazos pero en ningn momento se canso de Alabar al Creador.
A memoria del pez Martyk.

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