Las capacidades de sentir, amar, observar, retener, cambiar y aprender son dadas por Dios. El maestro sabio sabr aprovechar estas cualidades divinas en el hombre a favor del aprendizaje. Dios nos regal la posibilidad de aprender a travs de un proceso que segn lmideo G. Nrici tiene tres etapas.
1. Fase sincrtica.
Se refiere al momento en que el alumno recibe el impacto de una situacin, lo que le provoca un estado de perplejidad, de expectacin. Est listo para recibir la enseanza. Esta fase posibilita que la persona “abra” su ser interior y se interese en aprender. Lamentablemente muchos maestros, por ignorancia o comodidad, no le dan importancia a esa situacin inicial del aprendizaje.
Supongamos que tenemos en nuestras manos un tesoro inigualable, valioso, hermoso y codiciable para muchos. Decidimos guardarlo en una caja fuerte, pero… est cerrada. Cmo abrirla? Es demasiado trabajo abrirla! Entonces dejamos nuestro tesoro sobre la caja a la vista y al alcance de cualquier ladrn.
As hacemos a veces con el ms grande tesoro que tiene un maestro para ensear: la Biblia. Es fcil simplemente llegar a clase y volcar nuestros conocimientos, sin preocuparnos de abrir la puerta del inters, la motivacin de nuestros alumnos. Una ley en el aprendizaje reza as: “Si el alumno no se motiva, no aprende.”
2. Fase analtica.
En la primera fase los elementos del aprendizaje aparecen sin mucha lgica ni sentido aparente. En esta segunda fase las partes del todo observadas antes son analizadas separadamente por el alumno en su mente. Cada situacin o parte sufre un verdadero desmenuzamiento. Ese anlisis detallado de cada parte sirve para conocer, comprender, clasificar y organizar a fondo el nuevo elemento de aprendizaje. De ah la importancia que el alumno sea el que trabaje, piense, desmenuce lo que le ensearon.
Si el profesor, en cambio, le vuelca todos sus conocimientos de la Biblia, sus interpretaciones, significados, aplicaciones para la vida del alumno, habr poco aprendizaje. Cuidado! Socorro! Cuando eso sucede en la clase, habr alumnos “ahogndose” en el ocano de las informaciones que se les brindaron. Tenemos que ensearles a “nadar”, pensar, buscar por su propia cuenta el correcto significado, la mejor interpretacin de las Sagradas Escrituras.
3. Fase sinttica.
En esta etapa final, las partes antes elaboradas por separado son unidas mentalmente. Las partes pierden ahora sus detalles para ser relacionadas en sus aspectos fundamentales con la situacin global o total de la verdad que el texto nos ensea.
Aqu debo destacar dos situaciones muy importantes:
Primero: este es un proceso mental normal, pero no sucede en todos los individuos por s solo aunque algunos alumnos pueden tener esa capacidad innata. Debe suceder cuando el maestro gua a cada alumno.
Segundo: Para que tenga xito esta ltima etapa, deben producirse dos fenmenos en la fase anterior (analtica) conjuntamente.
1) Por un lado promover el estudio de los alumnos de cada parte de la Biblia en anlisis. S, los alumnos deben por su propia cuenta desmenuzar los versculos o las verdades que aparecen en ellos.
2) Por otro lado el maestro es responsable que sus alumnos al mismo tiempo no pierdan de vista el todo, es decir, la verdad principal, lema o tema general de lo que se est enseando. Para eso el docente debe acompaar el estudio pormenorizado de sus alumnos. Hay que organizar y estructurar la enseanza de tal manera que en todo momento un alumno que se encuentre analizando un versculo sepa dnde se halla segn el plan general que propusiera su maestro.
El resultado de ese esfuerzo mental del alumno, que el maestro acompaar con ejercicios de fijacin e integracin, ser que el estudiante lograr una sntesis, una simplificacin de las partes, unidas ahora en un todo. La idea final ser ms general, pero fundamentalmente bien aprendida.
Si nos acostumbramos a dar lugar especial a la fase sincrtica del aprendizaje, a la fase analtica y a la fase sinttica, vamos a lograr que nuestros alumnos alcancen un aprendizaje mucho ms valioso. |