Mensajes para nios
Titulo:Dando nuestro todo Tema:Dndole a Dios nuestro todo – Propio 27(32) Ao B, Vigsimo cuarto Domingo despus de Pentecosts
Objeto:Un plato de ofrendas y billetes y monedas de diferentes denominaciones.
Escritura:Jess llam a sus discpulos y les dijo: “Les aseguro que esta viuda pobre ha echado en el tesoro ms que todos los dems. stos dieron de lo que les sobraba; pero ella, de su pobreza, ech todo lo que tena, todo su sustento.” (Marcos 12:43-44 NVI)
Todas las semanas recogemos ofrendas en el servicio de adoracin. Como saben, los ujieres caminan por los pasillos y pasan los platos de ofrenda por cada fila. Las personas echan sus ofrendas a Dios en el plato. Cuando han terminado de pasar los platos de ofrendas, algunos pueden verse como este que tengo aqu. Aqu tenemos un billete de veinte dlares, uno de diez. Aqu hay uno de cinco y muchos de un dlar. En la parte de abajo se encuentran algunas monedas. Miren, alguien puso an algunos centavos!
Quien creen ustedes que ha dado ms? Fue la persona que puso el billete de veinte dlares? El de diez? El de cinco? Lo nico de lo que estamos seguros es que no fue el que puso los centavitos, no es as?
Jess fue un da a la sinagoga. Se sent al lado opuesto del lugar donde echaban las ofrendas y observ a las personas mientras ponan su dinero en la caja designada para ello, llamada tesoro. Muchos de las personas eran muy ricos y echaban grandes sumas de dinero. Una viuda pobre vino y ech dos monedas pequeas de cobre, ms o menos un centavo. Jess llam a los discpulos y les dijo: “Esta viuda pobre ha echado en el tesoro ms que todos los dems. Ellos dieron de lo que les sobraba; pero ella ech todo lo que tena.”
Escuch una historia acerca de un niito que fue a la iglesia un domingo en la maana para protegerse del fro. l haba estado vendiendo peridicos, pero no haba pasado ningn cliente. Entr a la iglesia y se sent en el ltimo banco esperando estar una hora all sin que nadie lo notara. El predicador dio un sermn poderoso acerca e Jess y su amor hacia nosotros. Al final del servicio recogieron la ofrenda.
Los ujieres pasaron de fila en fila hasta que finalmente uno lleg a donde se encontraba el nio de los peridicos. Se detuvo frente al niito y estir el plato de las ofrendas. El nio mir detenidamente el plato, y despus de una larga pausa, le pidi al ujier que pusiera el plato en el piso. Entonces el nio hizo algo no esperado. Puso un pie en el plato de ofrenda y luego el otro. Levant su cabeza despacito y se vio que sus ojos derramaban lgrimas. Le dijo al ujier: “Seor, no tengo dinero, no he vendido ningn peridico en el da de hoy, pero si Jess hizo todo lo que el predicador dijo que hizo por mi, felizmente le entreg mi vida a l.”
No s si esa historia es verdica, pero se que Dios desea que le entreguemos todo a l: nuestras manos, nuestros pies, nuestros corazones, nuestras voces, nuestra plata y nuestro oro. Recuerdan todos esos centavos en el plato de ofrenda? Quizs fueron el mejor regalo despus de todo.
Amado Padre, como la viuda, deseamos darte todo lo que tenemos pues todo proviene de ti. En el nombre de Jess oramos, amen.
Pginas para colorear y actividades Actividades grupales interactivas
Boletn para nios(MS Word)
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Enlaces a los sermones Impresin amistosa:“Dando nuestro todo”
Otro Sermn – Marcos 12:41-44:“La ofrenda de la viuda”
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