Cuando Cristo entra en una casa

Narrador 1: En aquel entonces el emperador romano Csar Augusto decret que se levantara

un censo en todos sus dominios. En aquellos das era Cirenio gobernador de
Siria. Segn lo dicho la gente tena que regresar a la ciudad de sus antepasados
para inscribirse. Y como Jos era miembro de la familia real, tuvo que ir desde la
provincia Galilea de Nazaret hasta Beln de Judea, pueblo natal del rey David.
Llev con l a María, su prometida, que estaba embarazada.
(Lucas 2:1-5)
Tambin muchas otras familias se encaminaron. El camino era muy pesado,
especialmente para María. Casi estaba al punto de dar a luz a su primer beb.
Cuando llegaron a Beln, la ciudad estaba llena de gente, todas las habitaciones
ocupadas. Ni un cuartito qued. Y María sinti que ya haba llegado su hora de
dar a luz. Cmo han de haber sentido cuando caminaban por las calles
buscando un lugar donde hospedarse?
Vamos a imagina su situacin:
(La primera casa aparece: Mansin del rico.
Aparecen Jos y María, cansados, despus de un largo
viaje. Se paran enfrente de la primera casa y tocan a la
puerta.)
Jos: branos, djenos entrar, por favor. Hemos estado caminando por muchos das.
Estamos tan cansados. No tiene un cuarto para una noche?
Dueo mansin: Y qu tal la renta? Pueden pagar ustedes? Esto no es una casa para pobres. Yo
pago mis limosnas cada mes para que hagan casas para gente como ustedes. Mis
habitaciones son de lujo. He trabajado duro para tener esto.
Jos: Seor, por favor, mi esposa va a tener un beb
Dueo mansin: An menos. Yo no soy doctor. Vyanse rpido.
(Jos y María siguen caminando, llegan a la Casa de prisa y tocan a la puerta.)
Casa de prisa: Si?
Jos: Disculpe Seor, es que n
Casa de prisa: Date prisa, no tengo tiempo. Qu quieres?
Jos: Hospedaje para mi esposa y yo. Venimos de lejos y
Casa de prisa: Hospedaje? No tengo tiempo para ustedes. Quiero salir. Tengo cosas ms importantes
que hacer que encargarme de gente ajena. Maana pueden regresar, tal vez
tendr tiempo. Con permiso (Se va rpidamente.)(Jos y María siguen su camino muy despacio. Llegan a laCasa del pobre.
Jos toca a la puerta. Aparece el dueo.)
Jos: Buenas noches. Por favor, no tienen un rinconcito, donde
nos podemos quedar por la noche?
Casa del pobre: Qu se imaginan? Ni tengo espacio para mis propios hijos.
Jos: Tengan misericordia de mi esposa. Ya no puede seguir caminando. Pregunte al
rico.
(Jos y María siguen su camino. Llegan a la Casa del miedoso y llaman:)
Jos: Somos de Nazaret. Tenga compasin de nosotros, seor. Djenos pasar la noche
en su casa. Hay tanta gente en Beln, no hay lugar en ninguna casa.
Casa del miedoso:
Y en mi casa tampoco. No los conozco, cmo creen que les voy a dejar entrar
en mi casa? Hay tantos asaltos en estos tiempos. Hay que tener mucho cuidado.
Son de Nazaret? Uhhhhhh, no se escuchan buenas noticias de Nazaret.
Aljense de mi casa!
(Jos y María siguen caminando. Jos apoya a María. Llegan a la Casa de Bienvenida.)
Jos: Por favor, dnos una habitacin, aunque sea para una noche.
Casa Bienvenida: Con gusto lo hara, pero miren, todo est lleno. Cada cuartito, hasta el ltimo.
Hay tanta gente ahora en Beln, es increble
(Se queda mirndolos.)
pobrecita la mujer, est embarazada. MmmmmmmEsprenme, s, creo, que
tengo todava un lugarcito para ustedes. Pero nada ms es en el establo all.
(Les seala el establo)
Jos: Oh, seor, eso es suficiente para nosotros. Gracias a Dios, no tenemos que
quedarnos en la calle. Ven, María, ahora puedes descansar.
(La apoya yendo hacia el establo.)
Narrador 1: En esta noche María dio a luz a su primer hijo. Lo envolvi en paales y lo
acost en un pesebre, porque no haban hallado habitacin.
Narrador 2: Aunque l hizo el mundo, el mundo no lo reconoci cuando vino. Ni an en su
propio pas, entre su propia gente, lo aceptaron. Solo un puado de hombres le
dio la bienvenida y lo recibi. Pero a todos los que le recibieron, a los que creen
en su nombre, les concedi el poder de convertirse en hijos de Dios. Los que
creyeron , nacieron de nuevo. Si Cristo hoy toca tu corazn, le abrirs la puerta?Narrador 3: Como en Beln, igual ha sido hasta el da de hoy: Los hombres no le reciben, no
le quieren como rey y salvador. Le dejan afuera de sus vidas. Pero tambin hay
otros: Los que le reciben, los que le abren la puerta de su vida. Son ricos y
pobres, miedosos y apresurados. Qu hubiera pasado si las personas en nuestro
drama le hubieran abierto sus puertas: A ver:
(Una casa tras la otra pasa y dice su texto:)
1. Casa del rico:
Qu me va a tocar? Cunto voy a ganar?
Estas preguntas dominaban mi ser,
mi trabajo, mi pensar, mi or y mi ver.
Ahora mi vida se est acabando,
y no s para qu estuve ganando.
A la tumba el dinero no puedo llevar,
y luego a mi, qu me va a pasar?
Oh Seor, entra en mi mansin,
que seas el rey de mi corazn.
2. Casa de prisa
El tiempo pas, los das corrieron.
Para qu los usaba? Ya todos se fueron.
Qu es lo que vale? Qu es vanidad?
Qu es lo que se ve en la eternidad?
Oh Cristo, ven t a mi corazn.
Necesito tanto de tu perdn.
Lo que quiero es de ti aprender
a invertir mi tiempo como debe ser.
Que uses mi vida, me hagas capaz
de mostrar al mundo, qu es tener paz.
3. Casa del pobre:
No hay dinero, no puedo pagar.
As siempre dije, no hay para ayudar.
Mi casa estaba llena de preocupacin
y la amargura mat la cancin.
Hasta que yo por fin pude ver,
que Cristo era rico, tena tanto poder.
Y l se hizo pobre por tanto amor,
l dio su vida a nuestro favor.
Dios quiere hacernos descansar
en sus riquezas que l quiere dar:
La vida eterna y pleno perdn,
y con l nos dar una celeste mansin.
l me ha llenado con felicidad
la cual puedo dar a la humanidad.
l me ha llenado con satisfaccin,
ya nunca se va a callar mi cancin.4. Casa del miedoso
El miedo de todo me agarr,
de guerra y que me enfermara yo,
de tiempos difciles, de la maldad,
de Satans mismo y su potestad.
Hasta que alguien me mostr mi error,
que no tienen sentido el temor,
si al salvador le pido entrar,
si l en mi vida puede reinar.
l es el ms fuerte, venci a Satn.
Ya no hay razn por ningn afn.
Desde que Jess mi vida salv,
seguro estoy, su paz tengo yo.