Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os neguis el uno al otro, a no ser por algn tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oracin; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satans a causa de vuestra incontinenciasi no tienen don de continencia, csense, pues mejor es casarse que estarse quemando. Pero a los que estn unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Seor: Que la mujer no se separe del marido; y si se separa, qudese sin casar, o reconcliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer. Y a los dems yo digo, no el Seor: Si algn hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con l, no la abandone. Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y l consiente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el marido incrdulo es santificado en la mujer, y la mujer incrdula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos seran inmundos, mientras que ahora son santos. Pero si el incrdulo se separa, seprese; pues no est el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llam Dios. Porque qu sabes t, o mujer, si quiz hars salvo a tu marido? O qu sabes t, oh marido, si quiz hars salva a tu mujer? Pero cada uno como el Seor le reparti, y como Dios llam a cada uno, as haga; esto ordeno en todas las iglesias (1 Corintios 7:1-17).
1. Es por dems que no se presenten problemas, dificultades o contratiempos entre esposos, por falta de amor, consideracin, sabidura, tacto, educacin y cultura.
2. No hay matrimonio completamente perfectodonde no se presenten problemas de distinta ndole y magnitud; nosotros mismos los fabricamos; los generamos; los hacemos a la medida; pero todo problema, con una buena dosis de amor y voluntad, se puede resolver. Hay que hacerles frente con resolucin y buen nimo a los problemas.
3. El captulo 7 de 1 Corintios, nos presenta a San Pablo, dando respuesta a las distintas preguntas de los hermanos corintios, acerca del matrimonio.
4. No es la voluntad de Dios que los esposos estn siempre discutiendo y emproblemados, ni mucho menos que se separen, ni se distancien; deben de estar juntos y andar juntos, siempre que sea posible, como lo hicieron Aquila y Priscila.
5. Hay varias clases de separacin, pero no es la voluntad de Dios que los esposos se separen; as lo manda el Seor.
6. Los problemas se presentan, y deben ser resueltos con estudio, meditacin, sabidura, oracin, y mucho cuidado.
7. Dios no permite a ningn hombre, tener al mismo tiempo ms de una mujer, ni a una mujer, ms de un hombre. Esto sera adulterio y poligamia, condenado por el Seor.
8. El matrimonio se origin en la mente de Dios. l lo instituy para la felicidad y dicha de la humanidad.
9. El matrimonio, segn Dios, es la unin para toda la vida de un hombre y una mujer, instituido por Dios. Es ms que un contrato humano; es algo que entra a lo divino y santo; y poca cosa es el hombre para disolverlo.
10. Todos los que entran en este santo estado, deben cumplir fielmente y a cabalidad los deberes propios de tal unin, delante de Dios y de los hombres.
11. Todo lo que aumenta las tensiones, o todo lo que haga al matrimonio infeliz o ineficaz, para no cumplir el objetivo para el cual fue instituido, debe evitarse cuidadosamente a toda costa.
12. Ni el hombre ni la mujer tienen potestad para vivir aparte, o separados, aunque slo sea para algn tiempo, sin el consentimiento mutuo: No os privis el uno del otro. No os defraudis el uno al otro, por la separacin, o el incumplimiento al deber conyugal. No hagis nada que tienda a la impureza, o que d a Satans alguna ocasin para haceros caer. Si, pues, habis resucitóado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde est Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierraHaced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicacin, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatra; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia (Colosenses 3:1, 2, 5, 6).
13. Las obligaciones, derechos y privilegios del matrimonio continan por toda la vida, a pesar de los cambios que puedan ocurrir.
14. Las personas casadas, siempre que sea compatible con el cumplimiento de su deber, han de vivir juntos, con el objetivo de promover un mayor bien mutuo, temporal y eterno (para criar y educar a sus hijos adecuadamente).
15. Las palabras, fiel o infiel aqu se refieren a creyente o no creyente, cristiano o impo.
16. En el caso de que uno de los esposos no sea cristiano (v. 16), la pregunta, de dnde sabes? pues Cmo sabes t? son otro argumento en favor de que el cnyuge cristiano contine viviendo con el no cristiano; son personas casadas.
17. El cristiano puede ser instrumento para la salvacin del otro: Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que tambin los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa (1 Pedro 3:1, 2). Maridos, amad a vuestras mujeres, as como Cristo am a la iglesia, y se entreg a si mismo por ella (Efesios 5:25). Es decir, amar con un amor puro, ardiente, lleno de abnegacin, firme y dispuesto al sacrificio. As debemos amar los esposos a nuestras esposasun amor verdadero y sacrificial.
18. Una de las grandes instituciones de Dios para mantener vivos su conocimiento y su culto en este mundo, es la familia; y para asegurar a los hombres los beneficios que de ellos han de recibir, tenemos consejos y mandamientos divinos.
19. Los sentimiento y conducta de la esposa para con su esposo, y de ste para con su mujer, harn para la familia una preparacin para el cielo y un goce anticipado del mismo, una preparacin para el infierno, del cual puede ser un emblema, si no est centrado en Cristo. En vez de ser un paraso, es un pandemonio.
20. En cuanto a la unin en el matrimonio, es tan ntima e indisoluble que la felicidad de uno es inseparable de la del otro; y lo que promueve el bienestar del uno, promueve el del otro. Cada uno busca y procura la felicidad de su pareja.
21. Como un hombre cuida de s mismo, y como Cristo cuida de su iglesia, as debe el esposo cuidar de su esposa. Debe defenderla, protegerla, procurar su seguridad en todo tiempo, lugar y circunstancias, siempre.
22. Algunas de las causas de por qu tantos matrimonios fracasan:
a. El haberlos celebrado con ligereza, y no con un previo examen concienzudo, detenido y seriolocamente.
b. El adulterio y la infidelidad, que trae la maldicin de Dios, el desafecto a la familia, y el abandono de los ms sagrados deberes ante Dios y la sociedad.
c. El olvido de Dios, su Palabra y la iglesia, y por ende, de los valores y deberes cristianos.
d. No tomando en cuenta estos valores, y s, menospreciando los altos principios cristianos y morales que deben normar siempre la conducta de personas conscientes en este estado santo del matrimonio.
1) La falta del temor reverente a Dios, de las verdades eternas y los intereses espirituales y morales.
2) La falta de prudencia, educacin, cultura, respeto, delicadeza y sentido de responsabilidad delante de Dios y la sociedad.
3) La falta de condescendencia en el mutuo trato que son inherentes e ineludibles.
4) La falta de comunicacinla tirana del silencio: tal vez por orgullo y capricho, que es una de las ms crueles e inhumanas tiranas, que matan a sangre fra, hundiendo el pual infame hasta lo ms ntimo del corazn, cortando las posibilidades de una solucin a los problemas y de la salvacin del matrimonio y de la familia.
Conclusin:
1. El Dios en quien creemos es todopoderoso; y para l no hay nada difcil o imposible. No hay problema por complejo que sea, ni necesidad por grande que se presente, que l, con su inmensa sabidura e ilimitable poder no pueda resolver y llenar.
2.Las instituciones ms importantes, como son el matrimonio, el hogar y la familia, nunca han estado tan atacadas por el diablo, como en el tiempo actual. Tengamos presente que Satans es un enemigo vencido y que Filipenses 4:13 es una realidad: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
3. Tengamos en mente que el matrimonio es tan divino y santo, que no puede ser quebrantado ni siquiera con el consentimiento mutuo de las partes; pues, en l obra una ley natural y divina, que la voluntad de los hombres, jams debe de quebrantar, traspasar, ni desviar.
a. Poca cosas es el hombre para separar lo que Dios ha unido.
b. Siempre que haya una separacin, aunque sea de acuerdo, puede ser el principio de una tragedia de grandes proporciones.
c. Tristemente, esto se ha repetido miles de veces, y los pobres hijos son las vctimas inocentes.
d. Sin embargo, la gracia y misericordia de Dios son grandes y para siempre, y l perdona al quebrantado de corazn y no desprecia al corazn contrito y humillado. (Salmo 51:17). Dios puede reparar el edificio daado!
4. Cunta desorientacin, trauma y ansiedad sufren millones de nios por esta causa. Nios y jvenes acomplejados, defraudados, decepcionados, fracasados, deshechos, despechados y candidatos a convertirse en criminales o suicidas.
5. Qu cosa tan tremendamente desastrosa!
6. Dios puede reparar el edificio daado; puede hacerlo todo nuevo. Con sabidura se edificar la casa, y con prudencia se afirmar; y con ciencia se llenarn las cmaras de todo bien preciado y agradable (Proverbios 24:3). Si Jehov no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehov no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Por dems es que os levantis de madrugada, y vayis tarde a reposar (Salmo 127:1, 2).
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