CMO DEBO ENSEAR?

Para saber cmo ensear debemos tener una idea de cmo aprende una persona. Los cinco sentidos son las cinco puertas por las cuales el conocimiento llega a la mente.
Aunque el maestro conozca a Dios, la Biblia y los alumnos, no lograr xito a menos que sepa ensear. Tiene que conocer distintos mtodos de enseanza y cmo emplearlos.
Si el ensear es despertar la mente del alumno para recibir y retener una verdad, debemos notar cules son los sentidos que reciben y retienen mejor los conocimientos.
El odo.
Apelamos al sentido del odo mediante el discurso, la narracin, las preguntas y respuestas, y las explicaciones necesarias en los
dems mtodos. Se recuerda el diez por ciento de lo que se oye.
La vista.
Apelamos al sentido de la vista por diversos medios, tales como: cuadros, dibujos en la pizarra, lecciones objetivas, figuras enfranela, mapas, diagramas, mesa de arena, y otros. Se recuerda el cincuenta por ciento de lo que se ve. El ojo es ms eficiente
que el odo; pero necesita la ayuda del odo para interpretar lo que ve.
El tacto.
Los nios pequeos aprenden mucho por medio del tacto. Si ampliamos el sentido de la palabra a fin de incluir en su significado lo que uno hace, podemos decir que es uno de los medios ms importantes de la enseanza. Lo que se hace se graba ms en la mente que lo que se oye o lo que se ve. Se recuerda el ochenta por ciento de lo que se hace.
Apelamos a este sentido mediante trabajos manuales relacionados con la lección, participacin en el desarrollo de las lecciones objetivas, dramatizaciones, ademanes, repaso de la lección con las figuras para ilustrarla, ejercicios bblicos, y mucho ms.
El olfato.
En la Escuela Dominical casi nunca consideramos el olfato como medio de recibir enseanza; no obstante, el olfato le predispone a uno inconscientemente a rechazarla enseanza que se imparte en ciertos lugares. Por eso, es muy importante la buena ventilacin del aula, el aseo personal del maestro y de los alumnos, y el cuidado de los Servicios higinicos de la iglesia. Hay captu-
los enteros del Antiguo Testamento que muestran la importancia de la limpieza a la vista de Dios. Los alumnos que aprenden a asearse por respeto a la casa de Dios tendrn mejor concepto de la santidad del Seor.
No debe pasarse por alto la influencia del olfato cuando se piensa abrir una nueva Escuela Dominical. No debe instalarse la escuela cerca de un matadero o una fbrica de cola o de cigarros si se puede conseguir un mejor lugar.
Los labios
El gusto es otro sentido que casi nunca se emplea en la Escuela Dominical; pero bien podra usarse en las clases infantiles para grabar en la memoria ciertas lecciones, como la del man en el desierto, la multiplicacin de los panes y los peces, el agua que
brot de la pea, y otras. El comer un bocado de pan o beber un sorbo de agua despus de la explicacin les ayudar a los alumnos a apreciar los alimentos que Dios nos da, y el don del agua.
Pero aunque el sentido del gusto no se usa mucho en la enseanza de verdades espirituales, la boca del alumno s se debe emplear para el aprendizaje. Lo que el alumno habla tiene para l ms importancia que lo que dicen los dems. El alumno emplea la boca en la recitacin de las lecciones, en preguntas y respuestas, al hacer comentarios, en temas que desarrolla, en trabajos de memorizacin, en lecturas y en intercambios de ideas. Se recuerda el noventa por ciento de lo que se habla.
La tarea del maestro es presentar la lección de la manera ms eficaz, para que quede grabada en el alma y logre resultados de valor eterno. Para eso, siempre que sea posible, procure que los alumnos usen el odo, la vista, el tacto y la boca para la percepcin de la verdad que usted quiere ensearles.
Por ejemplo, el maestro les est enseando a los prvulos acerca de la creacin. Ya les ha relatado la historia con figuras para ilustrarla y les pide que nombren algunas cosas que Dios ha hecho. Ya han odo la lección, han hablado de ella y han visto las
figuras que la ilustran. Luego les muestra unas flores, les deja tomarlas en las manos y aspirar su perfume, y, si hay suficientes, le regala una a cada nio mientras le dice: Dios ha hecho estas flores bonitas porque los ama a cada uno. l quera hacer algo bonito para cada uno de ustedes. Luego, parte una fruta y la distribuye entre los alumnos, diciendo: Dios hizo las frutas porque les ama y quiere que ustedes tengan cosas sabrosas para comer, y cosas que les harn fuertes y sanos. Se les olvidar a los alumnos tal lección?
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