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“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

Cinco preguntas que debemos hacernos cuando servimos en el ministerio a la niez

Cinco preguntas que debemos hacernos cuando servimos en el ministerio a la niez

 

por Sam Doherty

El maestro que est comenzando su ministerio con nios o el ms experimentado y oye hablar de consejera por primera vez se hace muchas preguntas. El siguiente artculo es el primero de una serie que nos ayuda a responder a dichas preguntas y a aprender varios principios que deben estar presentes en nuestro ministerio a la niez.
Preguntas y principios sobre el ministerio a la niez

Haba concluido la reunin de nios. Iban saliendo de la habitacin en su habitual manera ruidosa. La maestra dio un suspiro de alivio. Otra reunin del Club de Buenas Nuevas que terminaba, y todo haba marchado bastante bien. Estaba cansada y con deseos de volver rpidamente a casa, cenar y tener su merecido descanso.

Casi todos los nios se haban ido ya. Ella haba terminado de recoger todos los materiales utilizados para la clase y se dispona a marchar cuando vio a Terry, un nio de ocho aos que vena todas las semanas al Club de Buenas Nuevas y que siempre pareca escuchar bien todo lo que ella enseaba. Haba notado que aquella tarde l prestaba mucha atencin a todo lo que ella deca en el Club de Buenas Nuevas.

Estaba cerca de la puerta, parndose nerviosamente primero en un pie y despus en el otro y mirndola.

Queras algo, Terry?, le pregunt cariosamente. Puedo ayudarte?

Terry trag saliva varias veces y dijo abruptamente: S, seorita. Quisiera ser salvo. Podra mostrarme cmo puedo hacerlo, por favor? Se call y la mir.

La cabeza de la maestra empez a dar vueltas. Pens: Cmo puedo guiarlo a Cristo? Nunca lo he hecho.

Cinco preguntas que debemos hacernos

 

El maestro que est comenzando su ministerio con nios y oye hablar de consejera por primera vez se hace muchas preguntas. Pero tambin el maestro ms experimentado tiene preguntas similares. A veces, incluso, puede encontrarse en la situacin de la maestra citada arriba. Ha enseado a nios durante muchos aos pero quiz nunca se haya sentado con un nio para guiarlo a Cristo. Por tanto, el concepto de consejera tambin es nuevo para l. Como la maestra en el prrafo inicial, quizs llegado el momento no sabra qu hacer.

Qu significa aconsejar a un nio?

La primera pregunta, y la ms bsica, se dirige al corazn del asunto y es la siguiente: De qu estamos hablando? Qu significa aconsejar a un nio y guiarlo a Cristo?

Aconsejar a un nio para alcanzar la salvacin significa sencillamente sentarse con un nio (o quizs con varios) y hablar en forma personal, ya peticin suya, mostrndole cmo puede poner su fe en Jesucristo como su Seor y Salvador. Si quiere creer en Cristo, se le debe ayudar a hacerlo.Eso es aconsejar.Eso es lo que significa llevarlo a Cristo.

Es interesante ver que el diccionario define aconsejar como advertir, recomendar, informar o guiar hacia la perfeccin moral.

Los nios que ya son salvos tambin a menudo necesitan ser aconsejados en forma personal. Pero ese tema ser tratado en un libro posterior. En este nos concentraremos en la consejera dirigida a nios que no son salvos y cmo guiarlos a Jesucristo.

Por qu la consejera es una parte importante de tu ministerio?

Dios te ha dado un ministerio dirigido al grupo de nios a los que enseas de manera regular. Cuando te renes con ellos cada semana aprovecha tu lección bblica (y por supuesto todo el programa) para evangelizarlos. Esto quiere decir que les enseas:

  • Quedeben ser salvos a causa de su pecado y porque Dios es santo.
  • Quepueden ser salvos por medio de lo que Jesucristo ha hecho por ellos en la cruz.
  • Quesern salvos si se arrepienten de sus pecados y confan en Jesucristo como su Salvador.

De este modo les explicas a tus nios el camino de salvacin y los animas y desafas a confiar en Jesucristo como su Salvador.

Eres unevangelista y la evangelizacin es tu ministerio. Ora para que haya nios de tu clase que lleguen a confiar en Jesucristo como su Salvador y para que el Espíritu Santo convenza a los nios de su pecado y los gue a Jesucristo. Puede que algn nio de tu grupo llegue a creer en Cristo como su Salvador mientras ests hablando, o que lo haga posteriormente, en su casa.

Pero tambin es posible que otros nios en la reunin necesiten ayudapersonal, o que tengan preguntas o problemas especficos relativos a la salvacin que requieren una respuesta o solucin personal. An no estn seguros de lo que deben hacer para ser salvos y necesitan que alguien hable con ellos personalmente. Es debido a que existen nios as que la consejera debe ocupar un lugar importante en tu ministerio. Muchos nios vienen a Jesucristo por su cuenta para encontrar la salvacin, y estamos agradecidos por ello. Perohay otros nios que necesitan tu ayuda a nivel personal para hacerlo; y tienes que estar preparado para proporcionarles esa ayuda.

Por tanto, debes estar preparado y dispuesto, incluso buscando oportunidades, para aconsejar a nios as. Tienes que verlo como una parte de vital importancia dentro de tu ministerio y deberas separar tiempo para esto en tu programa de actividades.

Quin est capacitado para aconsejar a un nio?

Estar preparados para aconsejar a los nios de una manera personal y conducirlos a Cristo es en verdad una responsabilidad detodo maestro de nios y detodo obrero que trabaja con nios. El ministerio de consejera es, en muchos sentidos, tan importante como la enseanza de una lección de la Biblia.

Es obvio que el maestro que gua a un nio a Cristo debe, en primer lugar, haber acudido l mismo a Cristo para salvacin. Tambin tiene que tener claras las doctrinas bblicas bsicas y su propia seguridad de salvacin. Por supuesto, tiene que estar convencido de que Dios puede salvar a los nios y que en verdad lo hace. Adems, la Biblia ensea que Dios slo te usar y bendecir en tu ministerio si buscas caminar con l.

Pero, dicho esto, hay otros pasos que se deben dar para estar capacitado para guiar a los nios a Cristo:

  • Debesaprender tanto como te sea posible acerca de cmo conducir a los nios a Cristo. Confo en que este libro te sea de ayuda.
  • Debesestar dispuesto a involucrarte en el ministerio de consejera de la manera y en el momento en que Dios, el Espíritu Santo abra la puerta. Aprenders ms a travs de la experiencia que de cualquier otra manera. Tambin aprenders de tus errores (despus de orar y evaluarte) y podrs intentar no volver a cometerlos en el futuro.
  • Debes depender del Espíritu Santo para que pueda usarte como consejero. Ora para que Dios te ayude y te gue. l est ms preocupado por el nio de lo que t puedas estarlo.

Cundo y dnde habr oportunidades para aconsejar?

La mayora de las oportunidades para aconsejar y conducir a los nios a Cristo se dan despus de una reunin de nios o de una clase de la escuela dominical. Durante esa reunin o clase has presentado el evangelio de manera clara (normalmente a travs de la lección bblica). Les has mostrado a los nios cmo confiar en Cristo y los has desafiado o invitado a hacerlo. Has enfatizado que pueden poner su fe en Cristo en cualquier lugar y en cualquier momento; pero tambin has subrayado la importancia de hacerlo hoy mismo y no aplazarlo para otro da. Por supuesto, no has presionado a los nios a creer en Cristo. Sabes que esa es obra del Espíritu Santo y que no debes intentar hacersu trabajo.

Tambin eres consciente de que podra haber un nio en la reunin que quiere creer en Cristo, pero que an no est muy seguro de cmo hacerlo. Te das cuenta de que este nio necesita ayuda personal y consejo de tu parte. Algunas veces estos nios son tmidos y nunca se acercaran a hablarte si no te haces accesible a ellos. Por tanto, en algn momento de la reunin debes haberles dicho a los nios algo parecido a esto:

Si alguno de ustedes no es salvo y deseara serlo pero no sabe cmo, me gustara hablar con l despus de la reunin para ayudarle. Cuando termine la reunin que se quede sentado as sabr que quiere hablar conmigo.

O bien:

Quizs haya entre nosotros algn nio o nia que an no es salvo y le gustara serlo. Peroa lo mejor todava no sabe lo que tiene que hacer para ser salvo. Me gustara hablar con ellos para ayudarlos. Si alguno lo desea, por favor, venga y sintese en una de estas sillas de la primera fila cuando la reunin haya terminado y los otros nios se hayan ido. Con gusto me sentar y hablaremos.

De esta manera te habrs hecho accesible a los nios que te necesiten y que quieran recibir ayuda y consejo personal. Pero lo has hecho de una manera que no implica una presin. Has dado a conocer a los nios que ests dispuesto a ayudarles a creer en Jesucristo y deseoso de hacerlo, y les has dejado en claro lo que tienen que hacer para conseguir esta ayuda. No les has pedido a los nios que quieran ayuda que levanten sus manos, se pongan de pi o pasen al frente sino les has informado que, si quieren que les ayudes a acudir a Cristo para salvacin, pueden quedarse. Esto deja la decisin claramente en las manos del nio sin ningn tipo de presin.

Por lo tanto, el momento normal y la mejor oportunidad para aconsejar a un nio y guiarle a Cristo esdespus de la reunin o de la clase de escuela dominical.

Pero, adems de lo dicho hasta ahora, puede haber otras ocasiones en que podemos aconsejar a un nio que no es salvo y guiarlo a Cristo que no sea en la reunin formal. Puede que conozcas un nio que obviamente no es salvo y sientas que el Seor te gua a acercarte y hablar con l personalmente acerca de su necesidad de salvacin. Quiz entonces esperes una oportunidad dada por Dios para iniciar una conversacin o una serie de conversaciones con el nio con la esperanza de que en su momento eso le lleve a expresar un deseo de ser aconsejado. La conversacin misma no es consejera, pero podra desembocar en ella. Esta clase de situacin debe ser manejada con mucha prudencia. Es fcil tratar de presionar al nio, especialmente si eres t quien toma la iniciativa. Siempre has de tener cuidado de no impulsarle a un compromiso que no entiende o para el cual no est preparado.

Tambin estn las oportunidades que le pueden surgir a un padre que hace saber a sus propios hijos su disponibilidad para hablar con ellos y para ayudarles en el caso de que quieran creer en el Seor Jess.

Pero, en todas estas situaciones personales, el padre o maestro debe ser muy sabio, muy sensible y muy cuidadoso. Nunca debe ejercer ningn tipo de presin sobre el nio, sino que debe, en todo momento, estar abierto a la direccin del Espíritu Santo.

Cmo se aconseja a un nio?

 

 

Esa es la cuestin principal y la trataremos en las secciones siguientes.

Creo que una persona que realmente quiere saber cmo aconsejar a un nio y guiarlo a Cristo, puede llegar a hacerlo. En primer lugar tendr que comprender determinados principios bsicos que sern detallados en las pginas que siguen. Despus tendr que conocer una serie de pasos sencillos y lgicos que hay que seguir y que tambin explicaremos. Con los principios en mente y una comprensin clara del plan a seguir, estar preparado para proseguir.

Tomado y adaptado del libroGanemos a los nios para Cristo,Sam Doherty, Desarrollo Cristiano Internacional, 2002, pp. 11

 

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