Calentando La Tortuga

CalentandoLa Tortuga

“Todas vuestras cosas sean hechas con amor” (1 Corntios
16:14).

un hombre cont que en su infancia, en el campo, encontr,
cierta vez, una tortuga fluvial. Cuando l comenz a
examinarla, la tortuga encogi la cabeza y sus miembros,
cerrndose en el casco. El nio, descontente con la actitud
de la tortuga, agarr algo e intent abrir el casco para
hacerla salir. Su to, observando el nio, dijo: “No, sta
no es la manera correcta! Podr matarla y no conseguir
abrirla”. El to agarr la tortuga y la llev para adentro
de casa, colocndola en el suelo, junto al fogn. Pocos
minutos se pasaron y, el lugar se volvi calentado. Entonces
la tortuga coloc la cabeza para afuera y, a continuacin,
los pies, comenzando a rastrear. “Las tortugasfluviales son
as”, dijo el to, “y las personas, tambin. Usted no puede
forzarlos a nada. Pero, si usted primero les calienta con
alguna actitud generosa, probablemente ellos harn lo que
usted anhela que hagan.”

Cmo estamos manejando las personas qu nos cercan?
Estamos siempre queriendo imponer nuestra voluntad?
Estamos exigiendo que sean iguales a nosotros? Estamos
esperando que nos agraden en todo?

Qu les hemos ofrecido? Antipata? Rispidez? malhumor?
Arrogancia? O entendemos qu cabe a nosotros demostrar
humildad, cario, solidaridad, tolerancia, respeto,
comprensin?

La mejor actitud en cualquiera relacin, es el amor. l abre
puertas, alumbra el camino, derriba los obstculos, hace un
nio sonrer, perfuma los cmodos de una casa, une las
parejas, desva los hijos del vicio, disipa toda tiniebla y
hasta estimula una pequea tortuga.

Si queremos un mundo mejor, si queremosnuestra familia
unida, si queremos ser verdaderamente felices, calentemos
nuestros das con actitudes de autntico amor.