Ttulo: Qu hacer con el sobrante
Tema: Alimentando la multitud – Propio 12 (17) Noveno domingo despus de Pentecosts
Objeto: Algunos envases u otros recipientes usados para guardar sobrantes de comida.
Escritura: “Una vez que quedaron satisfechos, dijo a sus discpulos: –Recojan los pedazos que sobraron, para que no se desperdicie nada” (Juan 6:12 – NVI).
Ven todos estos envases? En mi casa los usamos para guardar lo que sobra de comida en el refrigerador. Le sobra comida a ustedes en su casa? Muchas veces cocinamos ms alimentos de los que podemos comer en una sentada, as que tenemos sobrantes para el prximo da, y el que le sigue, y el otro y tal vez el que le sigue a todos esos das. Debo confesar que en ocasiones me canso de los sobrantes antes de que se acaben.
Una vez tuve un vecino que me dijo: “Mi familia no come la comida que sobra, as que tengo que botarla. Qu desperdicio! Recuerdo una vez que hicieron algunos filetes a la parrilla. Cuando terminaron su comida mi vecino vino a nuestra casa y dijo: Nos sobraron estos filetes y mi familia no los va a comer. Pienso que te gustara tenerlos para tu perro.”
“Oh, s, estoy seguro que a mi perro le encantar comerlo, “le constest. Bueno, adivinen qu com la noche siguiente. As es, com filete!”
La historia bblica de hoy nos cuenta de un momento cuando Jess y sus discpulos tuvieron sobrantes. Es una historia muy conocida, una que probablemente todos ustedes hayan odo. Es la historia del momento en el cual Jess aliment 5,000 personas.
Quizs recuerdes que Jess haba estado enseando a una muchedumbre. Estaba llegando la hora de cenar y, al mirar sobre la multitud, Jess se dirigi a uno de sus discpulos, el que se llamaba Felipe y le pregunt: “Dnde vamos a comprar pan para que coma esta gente?”
Felipe dijo: “Debes estar bromeando.” No, realmente no dijo eso, pero me imagino que probablemente lo pens. Lo que le dijo a Jess fue: “Ni con el salario de ocho meses podramos comprar suficiente pan para darle un pedazo a cada uno.”
Andrs, otro de sus discpulos, le dijo a Jess: “Aqu hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero qu es esto para tanta gente?”
“Traganlo”, Jess dijo. Entonces di gracias, bendijo los alimentos, part los panes y los distribuy a los que estaban sentados todo lo que quisieron. Cuando terminaron de comer Jess dijo a sus discpulos: “Recojan los pedazos que sobraron, para que no se desperdicie nada.”
Hay un par de lecciones importantes que aprender de esta historia. Todos nosotros podemos aprender del niito. No tena mucho que dar, solo 5 panes y dos pecesitos, pero estaba dispuesto a compartir lo que tena y Jess lo us para alimentar a una multitud.
Otra lección que tenemos que aprender es que Dios en muchas ocasiones nos bendice con mucho ms de lo que necesitamos. Cuando nos pasa sto, qu hacemos con lo que sobra? Jess le dijo a los discpulos que recogieran todo para que no se desperdiciara. La Biblia no nos dice lo que ellos hicieron con los alimentos que sobraron, pero asumo que probablemente fue usado para alimentar a otras personas hambrientas.
Algunos de nosotros puede ser que tengamos poco, pero otros de nosotros hemos sido bendecidos con mucho ms de lo que necesitamos. De cualquier manera, podemos compartirlo con otros.
Amado Padre, te damos gracias por todas tus bendiciones. Aydanos a ser generosos en compartirlas con otros. Amn. |