Cuando logramos que toda la clase participe en hacer preguntas y dar respuestas, estamos dando el primer paso para alejarnos de la enseanza monologal. Este es el reconocimiento consciente de que el aprendizaje llega a su culminacin cuando los alumnos participan tanto verbal como intelectualmente en el proceso de enseanza-aprendizaje. Por este medio tratamos de propiciar la interaccin verbal que es esencial para la educacin, aunque sta no debe limitarse slo a preguntas y respuestas, porque existen varias otras. La mayora de los expertos en la materia estn de acuerdo en que la interaccin mental es insuficiente y que debe ir acompaada de alguna otra forma de expresin o reaccin del alumno, quien debe primero asir la verdad con la mente y despus ser capaz de emitirla en sus propias palabras.
Este mtodo provee al educando la oportunidad de reflejar sus inquietudes y necesidades a la vez que obtiene mayor informacin de un tema determinado. Al mismo tiempo, al solicitar respuestas a cuestiones claves, el maestro adquiere una idea del progreso de la clase.
En verdad existe suficiente tiempo como para que los estudiantes hagan preguntas? Despus de todo, la sesin siempre es corta y tenemos que cumplir con muchsimos objetivos. El origen de este sistema aplicado a la educacin cristiana se encuentra en el ministerio de nuestro Seor, quien usaba esta tcnica frecuentemente, tanto como una metodologa en s misma, o como complemento de otros mtodos. Aunque el erudito Marshall McLuhan argumenta que el medio es el mensaje, el educador cristiano puede responder diciendo que el mensaje es el que controla el medio. En otras palabras, lo que tenemos que decir influye grandemente en la forma en que lo decimos. El Dr. Clifford Anderson del Seminario Betel escribi: los mtodos pueden compararse con puentes o caminos que son utilizados por personas que se preocupan por ayudar a otros a conseguir un objetivo. Son medios hacia un fin. Nuestras experiencias en Cristo y su cuerpo, la iglesia, producen un sentido de misin que a su vez estimula nuestro inters de encontrar los mejores mtodos para compartirlas. Por lo tanto, stos deben ser adecuados tanto teolgica como educativamente. El sistema de preguntas y respuestas cumple con estos dos requisitos.
Ventajas.
Por supuesto que el uso de las preguntas no produce automticamente una enseanza eficaz, pero si se hace en forma adecuada, facilitar grandemente la comunicacin. Adems de satisfacer el requerimiento de obtener la mayor participacin de parte del alumnado, este sistema tambin facilita la retroalimentacin. Cuando planteamos interrogantes, podemos descubrir si la gente entiende lo que estamos impartiendo y si el mensaje de la Escritura est siendo aplicado apropiadamente a la vida de cada cual.
Por naturaleza, la mente tiende a explorar lo desconocido y a expresar su curiosidad acerca de las cosas que le parecen diferentes o extraas. Recuerde la cantidad de veces que un nio dice: Por qu, mami? Tambin considere la gran cantidad de preguntas, todas ellas diferentes y significativas, que hizo Jesucristo a sus discpulos. En definitiva, stas dirigen la atencin del discpulo hacia el contenido de la lección. Cuando pedimos una respuesta, no slo captamos la atencin del individuo, sino la de toda la clase. Tambin pueden hacerse cuestionamientos al grupo con el fin de repasar y practicar, porque las preguntas profundizan las impresiones recibidas y graban los hechos en la mente y memoria del educando.
Hacer participar a los alumnos usando este mtodo, les hace sentir que estn en su clasey no en la de usted. Esta identificacin con el proceso de enseanza-aprendizaje puede producirles una motivacin adicional e incrementar su nivel de comprensin.
Desventajas.
Ya explicamos que este mtodo es un acercamiento perfectamente legtimo de ensear, pero a menudo se confunde con la discusin. Como indicamos en el captulo precedente, tal vez la mejor forma de distinguirlos se basa en la clase de preguntas que se hacen.La enseanza por medio de preguntas casi siempre tiene que ver con hechos y datos conocidos, y demanda respuestas objetivas. A menudo se basa en un repaso del material previamente estudiado, en una conferencia o en un relato bblico. Tambin pueden usarse preguntas que no tengan relacin con algo ya aprendido, para hacer que el estudiante medite antes de contestar como en la discusin. Pero debido a que por lo regular, ese tipo de preguntas llevan la intencin de enfocar la atencin en un problema definido, se puede caer en el mtodo de discusin. Estos dos sistemas son perfectamente vlidos, pero el maestro debe poder identificar cundo est entrando en la discusin y cundo est usando la tcnica de preguntas y respuestas.
Una debilidad muy comn de este mtodo es la de hacer preguntas superfluas o vanas, que no ofrecen ningn reto al grupo. Las preguntas retricas por ejemplo, son un recurso efectivo en la comunicacin, pero no son apropiadas para la enseanza por el mtodo que nos ocupa. Si le aplicamos suficiente misterio a la interrogante, podremos esperar recibir una respuesta intelectualmente genuina por parte del estudiante.
Adems, este mtodo no debe considerarse como sustituto del conocimiento real o de la imparticin del contenido que se quiere transmitir. Las preguntas no pueden dar a conocer datos objetivos y no son efectivas si esa es la meta.
En ocasiones, los maestros pierden mucho tiempo preguntando demasiado y escuchando muy poco las respuestas. Pero, cmo puede hacer que sus alumnos hablen? El problema del silencio generalmente radica en una de las tres reas siguientes:
- Patrones educativos del pasado que han condicionado a la clase a sentarse y escuchar pasivamente;
- Carencia de inters en el asunto, lo cual crea una atmsfera de aceptacin sin que exista el deseo de hacer preguntas; o
- Desconocer la respuesta a las preguntas que el maestro hace, lo cual hace que los discpulos se parapeten detrs de un escudo de silencio para evitar que su falta de preparacin o ignorancia se pongan de manifiesto.
Recomendaciones para el buen uso de las preguntas y respuestas.
Como cualquier otro mtodo, ste debe planearse de antemano, no es algo que surge espontneamente. El maestro decide qu clase de asuntos deben incluirse dentro de las preguntas y utiliza el mtodo ya sea para repasar, para introducir nuevo material o para evaluar si la clase entendi lo impartido.
Est alerta para descubrir el momento ms adecuado para la enseanza.Algunas veces, las preguntas que parecen estar ms fuera del tema pueden provocar inters y motivacin por parte del grupo. El maestro es quien toma las decisiones y es quien debe elegir la situacin en que la respuesta a una pregunta traer suficiente beneficio a la clase como para invertir tiempo en ella, a pesar de que parezca que no tiene relacin con lo que se est tratando.
En otras ocasiones, es bueno dar las preguntas a los estudiantes por adelantadoen vez de hacerlo directamente durante la clase. Esto se hace necesario cuando queremos eliminar la costumbre de que los alumnos se sienten y escuchen, y hacerlos que participen ms activamente en el aprendizaje. Por ejemplo, el profesor de adultos puede distribuir tarjetas donde van escritas las preguntas claves para la lección del siguiente domingo. Adems, debe dar algunas instrucciones para que sus alumnos hagan una investigacin independiente y estn listos para informar a los dems en el momento oportuno. Las variaciones como esta mejoran la tcnica que nos ocupa.
El maestro debe preparar slo preguntas que los alumnos entiendan.El Propsito del mtodo no es demostrar la sabidura del profesor ni alardear de una inteligencia superior que pone en evidencia la ignorancia de sus discpulos. Si un estudiante no entiende una pregunta, sta debe repetirse cambiando el orden de las palabras hasta lograr que la comprenda.
La reaccin del maestroa las interrogantes de los alumnos juega un papel importante. A menos que sea evidente que el estudiante est tratando deliberadamente de interrumpir la clase (situacin que rara vez se da), el mentor debe considerarlas de vital importancia para la o las personas que las hicieron y tratarlas con el debido respeto. Bajo ninguna circunstancia debe hacer sentir a su discpulo como inferior o ignorante, slo porque se atrevi a preguntar.
Las interrogantes pueden usarse tambin como una forma de aplicacin.Si por ejemplo le toca dar una clase acerca de 1Corintios 8, el maestro debe preguntar: Cmo podemos comparar el comportamiento de comer carne ofrecida a los dolos con lo que sucede en la actualidad? o Cmo podemos aplicar las recomendaciones de este captulo a nuestras vidas?
Aunque lo que sigue parezca sin importancia, el maestro debe dirigir la pregunta a todo el grupoantes de indicar quin debe contestarla especficamente. De otra manera, el desafo para los dems se apaga, porque se dan cuenta de que las preguntas siguen un determinado patrn o porque ya saben de antemano el nombre del que va a responder.
Nunca sea negativo cuando un estudiante conteste. Aunque no acierte a dar la contestacin correcta, el buen maestro siempre encontrar algn elemento de verdad o estmulo para reforzar en su clase la necesidad de recibir respuestas.
Para usar eficazmente este sistema, debe tenerse un conocimiento amplio de la materia y tambin se requiere una planeacin cuidadosa de la lección. El instructor que en verdad desea hacer que sus estudiantes participen en este mtodo debe escribir las preguntas por adelantado y medir su significacin y pertinencia en lugar de lanzarlas descuidadamente o preguntando lo primero que viene a su mente durante el perodo de clase.
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