Ideas-NO PODEMOS ESCONDERLO

Veamos qu se necesita: usted necesitar una Biblia, un vaso
transparente de vidrio, tijeras y papel de colores rojo y azul.
Preparacin: corte un corazn con el papel rojo. Luego coloque el vaso
invertido sobre el papel azul, y dibuje el crculo alrededor. Despus corte ese
crculo. Pguelo al borde del vaso, siendo cuidadoso de que no se vea la cinta
con que lo pega. Coloque una hoja de papel de color azul sobre la mesa, y el
corazn rojo sobre el centro del papel azul y ponga el vaso invertido sobre el
corazn. El papel que est pegado alrededor del borde del vaso, ocultar el
corazn. Practique esta actividad varias veces, antes de presentarla a los nios.
El truco: sea cuidadoso y levante muy poco el vaso del papel azul, para que los
nios no vean el papel que est pegado en el borde!
Veamos cmo se hace: coloque el corazn en el centro del
papel azul y el vaso al lado, invertido hacia abajo sobre el papel azul. Luego
rena a los nios alrededor de la mesa. Pregunte a los nios sobre las veces
en que necesitaron ser perdonados por algo que hicieron o dijeron. Seale
hacia el corazn y dgales que, cuando hacemos o decimos alguna cosa que
Dios nos ense que es mala, nuestro corazn nos duele, y entonces tratamos
de esconder nuestros corazones de Dios.
Con cuidado, mueva el vaso para esconder el corazn, que parecer que
ha desaparecido. Dgales a los nios que muchas veces tratamos de negar lo
que hicimos mal. Pregunte a los nios si nosotros podemos escondernos
siempre de Dios.
Pida algunos voluntarios para que lean en voz alta Salmos 86:5.
Explique que Dios conoce cada uno de los sentimientos de nuestro corazn
y es por eso que no
podemos escondernos
de l. Luego haga que
los nios le digan qu
se puede hacer cuando
decimos o hacemos
algo que est mal.
Cuando alguno sugiera
que hay que pedirle
perdn a Dios, dgales
a los nios que cada
uno de ellos piense alguna cosa por la que quiera pedir perdn, en silencio, en ese mismo
momento. Luego ofrezcan una oracin pidindole a Dios que perdone las
cosas malas que hicimos y dijimos, y para agradecerle por el regalo de su
perdn.
Dgales a los nios que, cuando le pedimos perdn a Dios, es como si
tuviramos corazones nuevos, llenos de amor!
Si an hay tiempo, muestre a los nios cmo hacer este magnfico
devocional y anmelos a que compartan el mensaje del perdn de Dios con
sus amigos y familias.