TODO LO QUE SEMBRAMOS

TODO LO QUE SEMBRAMOS

 

 

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CONOZCA MÁS: Génesis 25: 29-34; 27: 11-47; 29: 20-27.

OBJETIVO: Recordar que todo lo que hacemos recibe consecuencias.

ELEMENTOS QUE SE NECESITAN: Un joven que represente de Jacob que se siente en un lugar visible mientras otra persona cuenta la historia. Al hablar de él, lo señala en determinados momentos.“Jacob” debe mostrar una actitud de tristeza. RECOMENDACIÓN: Que la persona elegida para contar la historia sea fehaciente en señalar los aspectos negativos de mentir o engañar. Que la persona que represente tenga una buena expresión facial.

 

 

HISTORIA:

 

 

Jacob fue un niño igual que ustedes. Creció y llegó a ser un jovencito. Hay un aspecto de su vida que pocas veces recordamos. Este aspecto es, que todo lo que hacemos, siempre trae una consecuencia. La Biblia lo enseña diciendo:“Todo lo que el hombre sembrare, eso segará”. En otras palabras, cuando plantamos papas, no podemos esperar cosechar manzanas.

Un aspecto de la vida de este personaje bíblico es poco mencionado. Jacob fue un tramposo y un mentiroso. Con engaño consiguió ser el hermano mayor y tener la primogenitura. En ese tiempo, un primogénito tenía privilegios que los otros hermanos no gozaban. Cuando el padre moría, él era considerado el dueño de toda la herencia.

Cuando su padre Isaac iba a morir, y arriesgando que su hermano lo pudiese matar, engañó a su propio padre con el fin de obtener los privi- legios de la primogenitura. Como su hermano tenía muchos vellos en el cuerpo, y sabiendo que su padre estaba prácticamente ciego, se puso un vellón de lana de animal sobre los brazos y en el cuello, para que su padre al tocarlo creyera que era Esaú. Cuando Esaú fue a pedir su bendición de hermano mayor, ésta ya había sido concedida a Jacob. Esaú se enojó mucho y prometió vengarse de su hermano. Jacob tuvo que huir muy lejos por temor a la ira de su hermano.

Cuando estuvo en tierra extraña, se enamoró de una hermosa mujer y como no tenía dinero para la dote, trabajó durante siete años para tener el derecho a casarse con ella, pero tomó de su “propia medicina” y bebió

 

 

amargamente de las consecuencias de sus acciones. Su propio suegro lo engañó dándole a la otra hija en matrimonio.

Años más tarde, sus propios hijos lo engañaron haciéndole creer que su hijo predilecto, José había muerto, aunque en la realidad lo habían vendido como esclavo a mercaderes que iban hacia Egipto.

Si bien es cierto que Jacob vivió momentos felices, una gran parte de su vida sufrió las consecuencias de sus malas decisiones. La lección es que no importa qué es lo que hagamos, siempre recibiremos las consecuencias de nuestras acciones.

Cuando nos portamos bien, de una u otra forma recibimos las con- secuencias de nuestras buenas conductas.

Portarse bien es una forma de vida que siempre recibe buenas conse- cuencias. Engañar y mentir es una forma de vivir que tarde o temprano acarrea malos resultados y mucha tristeza.

 

LLAMADO: Dios espera que nosotros seamos honestos siempre, en todo momento.

 

ORACIÓN: Debemos orar a Dios para que nos dé la fortaleza de actuar bien en todo momento, sabiendo que la acción buena siempre traerá buenas consecuencias. (Ore con los niños)

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