| Título: Perdonando y perdonado
Tema: Perdonando y perdonado. (6to Domingo después de Epifanía, Año A)
Objeto: Un sobre de ofrenda de la Escuela Bíblica (Si no tiene puede usar el de la iglesia ).
Escritura: “Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda” (Mateo 5:23-24 – NVI).
Estoy seguro que saben qué es esto. (Alze su sobre de ofrenda). Es mi sobre de ofrenda. Todas las semanas traigo una ofrenda como regalo a Dios; es parte muy importante de nuestra adoración. La mayoría de ustedes probablemete han traído su ofrenda hoy también. Hay muchos lugares en la Biblia que nos enseñan la importancia de presentar una ofrenda a Dios, pero la verdad es que Dios está más interesado en lo que hay en nuestro corazón que lo que tenemos en la mano.
En el Sermón del Monte, Jesús dijo: “Ustedes han oído que se dijo a sus antepasados:No mates, y todo el que mate quedará sujeto al juicio del tribunal. Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano quedará sujeto al juicio del tribunal”. Siguió diciendo que tendrás que enfrentarte al tribunal de Dios si llamas a alguien con un mal nombre o los maldices.
¿Qué dijo Jesús que debemos hacer si somos culpables de cualquiera de estas cosas? Dijo: “Si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda”.
Antes de dar nuestra ofrenda hoy, tal vez debemos hacernos varias preguntas. ¿He sentido coraje con alguien esta semana? ¿He discutido con alguien recientemente? ¿Le he dicho un nombre malo a alguien? ¿He dicho algo de alguien que no era cierto? De ser así debemos pedirle a Dios que nos perdones y debemos ir a la personas que hemos herido y pedirle que nos perdone. Cuando hayamos hecho eso, Dios se contentará con nuestra ofrenda.
“Perdón” es un viejo y maravilloso himno escrito por Corinne Williams. El primer verso de este himno sería una buena oración para nosotros hoy.
Perdona cosas que dije sin pensar hoy,
Al las sombras llegar tras el día, Señor;
Oh, quita el ardor y el dolor del corazón,
El espíritu dolido sana, Señor.
Padre Celestial, no pensaríamos en asesinar a alguien, pero a veces decimos cosas al tener coraje que hieren a otros. Ayúdanos a velar qué palabras hirientes y llenas de odio no sean dichas y perdónanos como le pedimos a los que hemos herido que nos perdonen también. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
Trabajo citado: “Forgive”, Corinne Williams, 1940. Renewal 1968 Broadman Press (Admin. by LifeWay Christian Resources) Broadman Press, LifeWay Christian Resources – traducido libremente. |