Para reflexionar… Un Abrigo Especial

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15).

Un joven llamado John vio a unos muchachos harapientos y los invitó a la escuela bíblica. Un niño dijo que iría, pero no tenía abrigo. John le dio el abrigo y entró con él. Años más tarde, un profesor en una clase de Biblia contó la historia. Un hombre de su clase dijo: “Yo era ese niño, y el Dr. John Patton, uno de los misioneros más famosos de todos los tiempos, me dio su abrigo”.

Qué gran bendición fue para ese muchacho andrajoso haber encontrado a otro muchacho con el amor del Señor en su corazón. Una bendición aún mayor fue para el niño John, más tarde el misionero John Patton. Desde que era un niño, sintió que el amor por los perdidos ardía en su corazón. Dios lo honró y lo llamó a ser uno de sus embajadores aquí en la tierra.

Dios está tocando nuestros corazones para servirle. Él también quiere que seamos una bendición en Sus manos. Quiere transformar el mundo y nosotros somos los instrumentos elegidos para esta transformación. Él está reclutando hombres y mujeres para abrir sus corazones al Salvador y nosotros somos los que los guiaremos a Jesús.

¿Qué hemos hecho para obedecer este llamado? ¿Hemos glorificado el nombre de Jesús? ¿Qué le diremos a Cristo cuando nos encontremos con él en el cielo, he cumplido mi misión o he ignorado por completo su llamado?

Quiere llamarnos un “siervo bueno y fiel”, ¿estamos seguros de que podemos escuchar ese elogio?

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