Para reflexionar… ¿Quieres?

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).

“No es tu puesto lo que te hace feliz o infeliz; es tu disposición”.

Cualquiera que sea nuestra posición en este mundo. Cualquiera sea nuestra condición social y económica, no serán el motivo de nuestra felicidad o infelicidad. Lo que realmente importa es nuestra actitud en la búsqueda de nuestros sueños e ideales.

Y no podemos hacer nada mejor que buscar a Dios. No habrá paso más seguro que abrir tu corazón a Cristo. No podemos ser más felices que entregar nuestras vidas para que el Señor dirija nuestros pasos y nos proteja con Su amor y cuidado.

Si queremos tener días de gozo y placer, Jesús es el Camino. Si queremos estar seguros de que disfrutaremos de vida abundante y eterna, Jesús es el Camino. Si queremos tener una posición alta en el reino de Dios, Jesús es el Camino. A través de Él somos llamados “hijos de Dios”.

¿Tienes el deseo y quieres ser feliz? Abre tu corazón a Jesús.

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