“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:5).
“Ayer es como un cheque cancelado. Mañana es un pagaré. Hoy es como dinero disponible. Úselo sabiamente, porque hoy es el activo más preciado que puede tener”.
¿Quién no quiere usar su activo más preciado? Y aquellos que tienen al Señor en su corazón, están seguros de que usará este bien con gran sabiduría. La sabiduría que tienen proviene del Señor, quien no solo les da sabiduría, sino que camina con ellos para ser usados para la gloria de Su nombre.
No debemos reflexionar sobre las decepciones y frustraciones del pasado. Ellos se quedaron atrás. Lo que importa es hoy. No debemos preocuparnos demasiado por el futuro. Cuando llegue el momento, tendremos al Señor para guiarnos, para darnos la sabiduría necesaria. Preocupémonos por el día de hoy, nuestro mayor bien, nuestro precioso tesoro de bendiciones.
Es hoy cuando debemos amar al prójimo, tener fe y esperanza ante las luchas y los problemas, dar testimonio de nuestra vida cristiana y proclamar a todos que Jesús es el Señor. ¡Hoy es el gran día! Lo que hicimos en el pasado ya no importa. Lo que hagamos en el futuro todavía no importa. Dios nos está mirando, dándonos sabiduría, llevándonos a tener un “hoy” inolvidable, a experimentar lo que es la verdadera felicidad.
Disfruta bien tu día. Nunca lo olvidarás.
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