(Mateo 11:28).
Cierto hombre, conocido por todos como blasfemo y burlador de Dios, soñó una noche que estaba en un lugar oscuro y cerrado, en total desesperación y aflicción. Sabía que estaba cerca de la muerte y estaba buscando una manera de escapar de ese lugar. Corría y repetía la misma pregunta: “¿Dónde está la salida? ¿Dónde está la salida? ¿Dónde está la salida?”
A menudo buscamos una salida a nuestra desgracia y no encontramos. Corremos y gritamos y… no podemos encontrar la salida. Pedimos ayuda a gritos y nadie viene a ayudarnos. Después de todo, ¿dónde es la salida? Está más cerca de nosotros de lo que pensamos. La salida es Jesús, el Señor y Salvador, que desea ardientemente que lo busquemos y encontremos la salida a las aguas tranquilas que tanto anhelamos.
Son muchos los caminos que nos llevan a una falsa puerta de salida. Al contrario, a medida que pasemos por esta falsa salida, encontraremos más angustia y más aflicción. La puerta que conduce al verdadero descanso, a un alivio que durará para siempre, es Jesús. Él es la puerta, Él es la salida, Él es el único camino para la salvación eterna.
¿Estás buscando una salida a tus problemas? Pare de Buscar. Ven a Jesús y tu alma vivirá.
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