Para Reflexionar… Amor, combustible para la felicidad

“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” (1 Corintios 13:13).

Al final del servicio, una niña se acercó al predicador y le dijo: “Te escuché decir que debemos amar a nuestros enemigos. Tengo seis años y todavía no tengo enemigos. Espero que cuando tenga siete años, tenga uno”.

El amor es la gran virtud del cristiano. Debemos amar a nuestros enemigos, si los tenemos, y también a nuestros amigos. Y el amor no debe acompañar nuestros intereses. ¡Amar para recibir algo a cambio no es amor! Amar mientras somos amados tampoco prueba que sigamos las enseñanzas del Señor. Amar cuando no nos agradan, cuando no somos correspondidos, cuando nos tratan con indiferencia, cuando nada justifica nuestro amor, sí, es una demostración del verdadero amor de Dios.

Debemos amar a los que tienen actitudes que glorifican a Dios y a los que no. Debemos amar a quienes nos tratan muy bien y también a quienes nos tratan mal. Debemos amar los que nos extienden la mano y los que siempre las mantiene recogidas. Amar es mejor que tener fe y esperanza.

Amor … Un combustible para la felicidad.

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