Para reflexionar… Algo Extraordinario Sucederá

“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha
sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese” (1
Pedro 4:12).

Un hermano, cuyo rostro estaba desfigurado por las
aflicciones que enfrentó en esos días, comentó con otro
hermano de la iglesia: “Yo sé que Dios es bueno, que nos ama
hasta el punto de dar a su Hijo para morir en la cruz y
salvarnos, pero lo que no entiendo es por qué permite que
Tus hijos pasen por tanta tribulación, como la que yo he
estado experimentando en los últimos días”.

Dios tiene un gran propósito al permitir nuestros días
malos. Él nos ama, sí, y quiere que aprendamos a confiar en
Él sin reservas. Quiere que maduremos, que seamos fuertes,
que busquemos nuestra conquista, nuestra victoria, sin
desanimarnos nunca en el camino. Es seguro que venceremos y
nuestra alegría será mucho mayor.

Hay quien gana sin luchar, pero el placer de quien lucha y
logra sus objetivos es infinitamente mejor. Es bueno mirar
hacia arriba, decir aleluya y gracias, Señor. Sí, eso es muy
bueno… ¡Muy bueno!

Nuestra tribulación momentánea es casi nada, comparada con
la inmensa felicidad que tendremos aquí en este mundo, luego
de vencer nuestras   batallas, así como la que experimentaremos en el Cielo, disfrutando del amor y da presencia de Dios con nosotros, por toda la eternidad.

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