No te sorprendas si el mundo te desprecia

“Que sea fijo en nuestras mentes el principio de que el cristiano verdadero tiene que entrar al reino de Dios “a través de muchas tribulaciones” (Hechos 14:22). Las cosas  mejores del Señor faltan por llegar. Este mundo no es nuestro hogar. Si somos fieles siervos decididos de Cristo, el mundo ciertamente nos odiará, igual como odiaron a nuestro Maestro. De alguna manera la gracia siempre se persigue. Ninguna consistencia de conducta, sea impecable, ninguna atención o amabilidad de carácter, cuán deslumbrante, liberará el creyente del odio del mundo. Es absurdo quedarse sorprendido de este hecho. Es pérdida de tiempo murmurar acerca de tal cosa. Es parte de la cruz, y tenemos que soportarlo con paciencia. Los hijos de Caín odiarán a los hijos de Abel, hasta que llegue a terminar el mundo. “Hermanos míos, dice Juan, no os extrañéis si el mundo os aborrece”. “Si el mundo os aborrece”, dice nuestro Señor, “sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece”. (1 Juan 3:13; Juan 15:18, 19)

J.C. Ryle

Preguntas de reflexión: ¿Qué problemas tienes actualmente con las personas del mundo? ¿Cómo puedes mostrarles el amor de Cristo a pesar de que te sigan odiando? ¿Estás orando por su salvación?