CUATRO CENTAVOS, NO UN DÓLAR LECCION DE OBJETO

 

 

CUATRO CENTAVOS, NO UN DÓLAR

 

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(Lee 1 Pedro 1:18-21)

 

July y Susy fueron con Carlos a la tienda de juguetes. Mientras Carlos miraba los modelos de los trenes, las niñas se alejaron y encontraron los ositos de peluche. La pequeña Susy los abrazaba. “Susan quiere este”, dijo ella mientras sostenía uno suave y grande. Caminó hacia el mostrador, donde ella veía a las personas pagar por las cosas, levantó el osito junto con cuatro centavos. “Aquí tengo dinero para mi osito”, dijo ella.

“Lo siento, pero con esto no puedes comprar el osito”, le dijo la empleada. “¿Tienes más dinero?” Susy movió negativamente su cabeza.

July que tenía seis años preguntó: “Yo tengo un dólar. ¿Es esto suficiente?”

Cuando la empleada volvió a mover la cabeza negativamente, Susy y July corrieron de regreso a donde estaba Carlos. Con lágrimas en sus ojos, Susy le contó del osito. “Por favor”, le rogaba, “¿me lo podrías comprar?”

Carlos se veía preocupado. “Bueno, está bien”, accedió. “Yo te iba a comprar un regalo de cumpleaños de todas formas”.

De regreso en casa, Susy jugó con su osito toda la tarde. A ella le gustaba contar cómo Carlos le había comprado su osito. “Yo no podía pagar por él”, repetía en la mesa de comer. “July tampoco pudo pagar por él”.

“Yo estuve más cerca de comprarlo que tú”, interrumpió July.

“Pero sólo Carlos pudo pagar el precio”, dijo Susy mientras miraba con adoración a su hermano mayor. “Carlos compró el osito para mí'”.

La mamá sonrió y dijo: “Esto puede ser una buena lección. Algunas personas hacen unas pocas cosas buenas, y con esto piensan que es suficiente para ser salvos. Otros puede que hagan más, pero la Biblia nos dice que todos han pecado y han sido destituidos de la gloria de Dios. De la misma forma que ninguna de ustedes, niñas, reunían el dinero suficiente para comprar el osito, nadie es lo suficiente bueno para comprar la salvación”.

“Jesús pagó por nuestra salvación al morir en la cruz, ¿cierto?”, preguntó Carlos.

“Sí”, asintió la mamá. “Tan sólo Jesús podía hacer esto, porque El no tiene pecados. Él compró nuestra salvación con su preciosa sangre. Todo lo que nosotros tenemos que hacer es recibir el regalo gratuito”.

 

¿QUÉ TAL TÚ?

¿Piensas que las cosas buenas que haces te comprarán la vida eterna? No importa lo bueno que seas, esto nunca será suficiente para comprar la salvación. La salvación es un regalo gratuito, Jesús lo compró con su sangre para ti. Confía en que El puede salvarte, y recibe tu regalo gratis ahora.

 

MEMORIZAR:

“Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Romanos 6:23

La salvación es regalo de Dios

 

 

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