¿Cómo escribir propósitos para tus lecciones con los niños?

¿Cómo escribir propósitos para tus lecciones con los niños?

 

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  1. DEBEN EXPRESAR LOS CAMBIOS QUE DESEA QUE SE LOGREN. Debido a que aprender significa cambiar, los objetivos de aprendizaje clarifican posibles cambios que se producirán como consecuencia de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Al enseñar la Biblia esos cambios deben efectuarse en las áreas cognoscitiva, afectiva, volitiva y de acciones. Los objetivos son más claros cuando especificamos los cambios por medio de verbos que indican las conductas, actitudes o conocimientos que se lograrán.

    Ejemplo:

    1. Un propósito mal formado:
Que el niño logre la comprensión del amor de Dios.

No es muy claro, pues comprensión no es un verbo que exprese el cambio en el niño.

  1. Propósito correcto
Que el niño logre comprender el amor de Dios.

Es correcto, pues comprender es el cambio que debe lograr el niño.

  1. DEBEN EXPRESARSE TENIENDO EN CUENTA AL NIÑO. No son formulados en relación con el maestro o servidor. Esto es evidente, ya que expresan los cambios que el niño debe lograr y no las que se producirán en el que enseña o ayuda.

    Ejemplo:

    1. Un propósito mal formado:
Enseñar que la salvación es por medio de la fé en Cristo

Es incorrecto, pues enseñar es una conducta que realiza el maestro.

  1. Propósito correcto
Que el niño sea capaz de comprender que la salvación es por medio de la fé en Cristo.

Es correcto, pues comprender es el aprendizaje que debe lograr el niño.

  1. DEBE EXPRESAR UN SOLO CAMBIO. Si en un objetivo se desea más cambios o aprendizaje, no se podrá evaluar bien al niño, y no sabremos si lo lograron o no, debido a que sólo alcance sólo uno.

    Ejemplo:

    1. Un propósito mal formado:
Que el niño logre comprender que debe perdonar a quienes lo ofendieron y perdonarlos.

Aquí se muestra dos cambios distintos: ofendieron y perdonarlos. Puede ser que comprensa que puede perdonar, pero sin embargo no perdonará.

  1. Propósito correctamente expresado:
Que el niño sea capaz de: 

  1. Comprender que debe perdona a quienes lo ofendieron.
  2. Perdonar a quienes lo ofendieron.
  1. DEBE EXPRESAR LA SITUACION. La situación en la que el cambio se va a lograr, o el contenido que el niño debe conocer.

    Ejemplo:

El niño deberá reconocer la necesidad de confesar sus pecados.
(cambio) (contenido)
 

El niño deberá testificar de Jesús en su lugar de estudios.
(cambio) (contenido) (situación)

  1. DEBE SER REALISTA. Debe ser posible que los alumnos alcancen los propósitos formulados. Para esto es necesario que sean adecuados a su edad, capacidades, limitaciones, necesidades, circunstancias. Por ejemplo no podemos pretender en una clase de niños de 3 años que logren comprender que JESÚS nació en Belén, luego murió, resucitó y ascendió al cielo donde fue a preparar un lugar para aquellos que creen en EL. Obviamente el niño pequeño no tiene la capacidad para asimilar todo esto.
  2. DEBEN SER RAZONABLES EN NUMERO. No tiene que ser tantas que no se puedan alcanzar, ni pocas que no se contemplen, todos los aprendizajes o cambios que deberían lograr los alumnos.
  3. DEBEN ESTAR CLARAMENTE EXPRESADOS. Su formulación no tiene que ser vaga e imprecisa o incomprensibles. Deben comunicar exactamente lo que se espera que los alumnos logren.

    Ejemplo:

    1. Un propósito mal formado:
El niño deberá comprender que un día Felipe se encontró en un camino desierto con un eunuco que leía las escdrituras y le explicó los requerimientos necesarios para obtener su justificación en base a la obra expiatoria de Cristo.

Este objetivo no es claro ni preciso para el niño.

  1. Propósito correcto
El niño deberá comprender que Felipe guió a un hombre importante a obtener la salvación por medio de la fe en Cristo.
  1. DEBEN TENER TODOS EL MISMO ENFOQUE. Generalmente una porción bíblica puede servir como base para enseñar distintas verdades y un error que cometen muchos servidores o maestros es pretender enseñarles todo en una sola clase. El aprendizaje será más eficaz si en una lección se enfatiza sólo en un aspecto, pero considerándolo en profundidad.

    El siguiente ejemplo se usará como base Lucas 19.1 al 10 para formular los siguientes propósitos de aprendizaje:

El niño será capaz de: 

  1. Comprender que Jesús perdonó a Zaqueo y lo ayudó a cambiar.
  2. Comprender que Jesús puede perdonarlo y ayudar a cambiar.
El niño será capaz de: 

  1. Comprender que Jesús se acercó a un hombre solitario.
  2. Comprender que Jesús puede ser su amigo si se siente solo.

Si vemos que el mismo pasaje puede enseñarse con dos enfoques diferentes, no sería conveniente pretender lograr en una clase el cumplimiento de ambos grupos de objetivos.

Otro de los errores que se comete a menudo es cambiar el enfoque de un pasaje sin advertilo.

El siguiente ejemplo se basa en Lucas 17:11-19 se podría formular los siguientes propósitos de aprendizaje:

  1. Un propósito mal formado:
El niño será capaz de: 

  1. Comprender que sólo un leproso, de diez que fueron sanados, volvió para agredecer a Jesús.
  2. Comprender que deben ser agradecido a Dios por sus beneficios.
  3. Adoptar una actitud de agradecimiento a Dios.
  4. Agradecer a las personas que les han hecho algún favor.

Se puede observar que el último objetivo no es coherente con los tres primeros, pues éstas enfocan el agradecimiento a Dios y en el cuarto el agradecimiento a los hombres, la formulación correcta sería:

El niño será capaz de: 

  1. Comprender que sólo un leproso, de diez que fueron sanados, volvió para agredecer a Jesús.
  2. Comprender que deben ser agradecido a Dios por sus beneficios.
  3. Adoptar una actitud de agradecimiento a Dios.
  4. Agradecer a Dios por cada uno de los beneficios que le ha dado.

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