“Nuestra confesión de Cristo es de mucha importancia. Que los verdaderos cristianos nunca lo olviden. La obra que hacemos para nuestro Maestro es poca y pobre. Nuestros mejores esfuerzos para glorificarle son débiles y llenos de imperfecciones. Nuestras oraciones y alabanzas son tristemente defectuosas. Nuestro conocimiento y amor son miserablemente pequeños. Pero, ¿sabemos en nuestros corazones que Cristo ha sanado nuestras almas? Entonces, ¿no lo podemos confesar ante todos? ¿No podemos hablarles claramente que Cristo ha hecho todo por nosotros – que estábamos muriendo de una enfermedad mortal, y hemos sido curados? ¿Que estábamos perdidos y ahora hemos sido hallados, que estábamos ciegos y ahora vemos? Que lo hagamos con audacia, y sin temor. No nos avergoncemos de hacer que todos sepan lo que Jesús ha hecho por nuestras almas.”

J.C. Ryle

Preguntas y Respuestas: ¿Estoy compartiendo mi fe en Cristo Jesús con las personas que me rodean? ¿Esta próxima semana a quién le puedo compartir de lo que Cristo ha hecho en mi vida?