“para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (Efesios 1:6, 7).
“Su Evangelio no tiene valor — es muy barato”, dijo un hombre al evangelista. “Él no es barato, pues, costó la preciosa sangre de Jesus”, contestó el evangelista. “Él es gratis para todos, pero, Cristo pagó un precio que vale por todo el eternidad”, concluyó el hombre de Dios.
¿Que valor hemos dado al sacrificio de nuestro Señor y Salvador Jesucristo? hemos sido perdonados, transformados, protegidos, orientados, dirigidos por el camino y aún tenemos nuestro nombre colocado en el Libro de la Vida. Todo eso es de gran valor.
Nuestra salvación no nos costó nada — pero costó mucho para el Hijo de Dios. Nuestra alegría no nos exige pago, porque Cristo pagó para que nuestra tristeza se fuese y sólo permaneciese la felicidad. El amor, la esperanza, la fe, nos fueron regalados por Jesús que se ofreció para pagar por los costes de todo eso. El Evangelio de Cristo tiene, sí, mucho valor. Nada costó tan caro y nosotros no participamos con una moneda siquiera para tan grande y tan maravillosa bendición.
Jesus es nuestra Buena Nueva, nuestra riqueza incomparable, el tesoro más precioso existente en este mundo. Hay muchos que tienen todo y no tienen Jesus — lo que tienen no poseen valor alguno. Nosotros, quizá, tengamos mucho poco, pero, con Jesús en el corazón, somos los más bienaventurados y los más ricos moradores de la tierra.
¿Podemos decir qué nada tenemos? ¿Podemos nos lamentar de ser pobres? ¿Y Jesús, no es de grande valor para nosotros?
Visitas: 4