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Acrósticos de Navidad.

Acrósticos de Navidad.

 

navidadTe dejamos este material de acrósticos navideños para que los realices en tu Iglesia, célula o clase visualizada junto los niños. Esperamos te sean de utilidad.

Acrósticos de Navidad
F echa de gran alegría
E n el que se celebra
L a natividad del señor
I nmensa es nuestra
Z ona de recreación.

N ovena de aguinaldos
A rbol de navidad
V illancicos cantamos
I ntensamente y con amor
D ía a día ante el pesebre
A dorando al niño
D ios.

N ació el niño Cristo,
A ngeles y humanos cantemos Aleluya, que
V ibren nuestras voces con mucha emoción, se
I nicia un nuevo día de esperanza.
D ios ha enviado a su hijo con su gran
A mor. Bendice a tu prójimo y
D eja el egoísmo, y escucha al corazón.

– º –

N avidad, Navidad, qué alegría, siento yo en mi corazón, porque recuerdo aquel día cuando nació mi Señor.

A los pastores del campo un ángel les anunció: “No temáis, os traigo nuevas vuestro Mesías nació.”

V inieron sabios de Oriente guiados por una estrella, a adorar a Jesús Niño porque es Dios de cielo y tierra.

I nocente, dulce y puro es mi querido Jesús. Admirable, Consejero, el Príncipe de la luz.

D ame, Señor de tus fuerzas para amarte cada día y decir por todas partes que aquel Niño es el Mesías.

A quel Niño del pesebre más tarde fue despreciado, y colgado en una cruz allá en el Monte Calvario.

D ios único y Soberano ayúdame a serte fiel, para que al fin de esta vida tu rostro yo pueda ver.

 

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Acróstico “Sagrada Escritura”.

Acróstico “Sagrada Escritura”.

 

actuandoYa estamos en Septiembre, Mes de la Biblia, por lo que comenzamos este especial de la Biblia con el siguiente Acróstico para que puedas realizarlo con los niños de tu Iglesia.

Su Palabra es verdad. (2ª a los Corintios 6:7)
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón. (San Marcos 12:30)
Guarda su Palabra y permanece fiel. (1ª de Juan 2:5)
Recuerda las palabras de Nuestro Señor Jesucristo. (Hechos 20:35)
Acércate para oír sus palabras. ( Romanos 10:17)
Dirígete por la Palabra de Vida siempre. (Filipenses 2:16)
Acuérdate de tu Creador. (Eclesiastés 12:1)

Espada del Espíritu es la Palabra de Dios. ( Efesios 6:17)
Sigue el camino de rectitud. (Hebreos 10:19-22)
Confía en las promesas. (Salmo 37:3)
Recibe los consejos de Dios. (Proverbios 1:5)
Inclinemos nuestro oído a sus palabras. (Jeremías 7:24)
Temed a Dios y dadle gloria. (Apocalipsis 14:7)
Unidos en amor debemos estar. (Colosenses 2.2)
Renovados en el espíritu. (Efesios 4:23)
Alegres todos los que en tí confían. (Salmo 5:11).

 

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El show del cristiano

El show del cristiano

8 Minutos y 5 Personajes + Extras. Como si fuera un show de la televisión, un cristiano llevará a la palestra a varias personas en sus relaciones setimentales. Analizaremos cada una para intentar llegar a que Dios dirija esa elección tan importante.
EL SHOW DEL CRISTIANO
PERSONAJES

DESESPERADA
PÚBLICO
REBELDE
GALANAZO
CRISTIANO

(Comienza la música y aparece Cristiano.)

CRISTIANO. Caminaba por ahí y me di cuenta que muchos de los jóvenes de nuestras iglesias tienen problemas con algunas preguntas por ejemplo: ¿Con quién se casarán?, ¿Por qué todavía no encuentro mi KEN? ¿Será que puedo tener una pareja que no venga a la iglesia? O, ¿será que fui llamado o llamada a la castidad eterna? Es por eso que decidí buscar algunos amigos que están viviendo y han vivido algunas de estas cosas y aquí tendremos algunas respuestas.

CRISTIANOS. Hoy nuestro tema en el SHOW DEL CRISTIANO se titula: “CUIDADO, TE EQUIVOCAS DE TREN”

CRISTIANO. Nuestro primer invitado, Carlitos, quien viene de la ciudad de Invu de Siquirres y dice ser el matador de las chicas, tener el comité de visitación personal de la iglesia sólo para jovencitas de 15 en adelante. ¡¡AQUÍ ESTA…!! (Aplausos.)

GALANAZO. Como dice Cristiano, soy él más guapo de la iglesia, tengo a mi cargo el comité de visitación.

CRISTIANO. Y, ¿quién te dio ese cargo?

GALANAZO. Pues yo lo hice, tengo el deber moral de visitar y cuidar que ninguna se vaya de la iglesia.

CRISTIANO. Y, dígame cómo es eso de que tiene una lista de teléfonos de todas las que están en su iglesia. ¿Para qué y por qué?

GALANAZO. Como le dije antes, Cristiano, eso lo hago para llevar un buen control y además uno nunca sabe, la verdad espero que de todas ellas salga la afortunada de tenerme como su novio.

CRISTIANO. Eso es ser orgulloso… ¿No crees Carlitos que deberías ser más humilde en cómo te expresas y eres con los demás?

GALANAZO. Yo creo lo que dice el Señor, que soy su especial tesoro, soy un sacerdote para él, y que me tiene como la niña de sus ojos, imagine cuán hermoso soy.

CRISTIANO. Bueno Carlitos, tengo en mis notas que deseas hacer un llamado especial a las jóvenes, ¿qué es eso de un llamado especial?

GALANAZO. Sí, (se pone de pie): Quiero aprovechar este momento para hacer una reflexión en las vidas de las jóvenes aquí reunidas, sólo tienen una oportunidad, tienen un camino hacia mí, y deben aprovechar este momento para tomar esa decisión porque mañana puede ser demasiado tarde. Cierren sus ojos e imaginen una vida conmigo… MUCHAS GRACIAS.

CRISTIANO. Bueno, esa es su vida, pero ahora quiero que conozcamos a nuestra siguiente penalista; Ella es una chica como cualquier otra, bueno, eso creo, por favor que pase Vanneta conocida como la DESESPERADA.

(Música y aplausos.)

CRISTIANO. Vanneta, en mis notas tengo que has hecho de todo para poder conseguir un novio, pero cuéntanos tú, por favor.

DESESPERADA. Primero quiero que sepan que soy una buena cristiana. Yo como vi que otras tenían sus novios, guapos, hermosos, rubios, ah no, eso fue en una película, pero bueno, entonces me recordé de aquel proverbio que dice, “a Dios orando y con el mazo dando”.

CRISTIANO. Eso no es un proverbio.

DESESPERADA. ¿Ah no? Bueno, yo creía, entonces me dispuse a estar a la moda, con el ombliguito, los nuevos cortes, la forma de hablar, y de todo, pero nadie me hace caso.

CRISTIANO. Pero Vanneta, eso es tirarse casi al mundo por desesperada, casi cambias a Dios por un hombre.

DESESPERADA. No, espérese, también he ayunado durante 40 días.

CRISTIANO. ¿Ve? Eso sí es bueno, los 40 días de abstener de alimentos.

DESESPRADA. ¿Cómo de abstenerse? Yo creía que era no probar pan ni agua. Bueno, también asisto regularmente a la iglesia y diezmo.

CRISTIANO. Eso es bueno, que asistas a la iglesia y diezmes.

DESESPERADA. Sí, asisto unas tres veces al mes, porque yo diezmo de los días del mes que son 30 días. Además de eso también estoy muy empapada de la Palabra de Dios.

CRISTIANO. Qué bueno, eso significa que la lees siempre y la escudriñas.

DESESPERADA. Bueno, eso de que la leo, la verdad es más bien que la pongo es casete cuando me baño y me arreglo. Quiero terminar diciendo que espero lograr con mi apariencia, entrega y fe en Dios, pueda encontrar un novio.

CRISTIANO. Alguien tiene alguna pregunta.

UNO DEL PÚBLICO. Sí, mire, a Vanneta, ¿de verdad cree que encontrara un buen joven, que ame a Dios, que la respete y bueno, siendo así?

DESESPERADA. Mira, la verdad no me interesa si es fiel, entregado o que ame a Dios, sólo deseo un novio.

CRISTIANO. ¿Quieres decir que no te interesa lo que Dios opine, o tu eternidad sólo por tu deseo de tener un novio y de ser igual a las demás? Eso esta mal, perdona que te lo diga.

DESESPERADA. La verdad quiero ser fiel a Dios, pero cuando una se desespera pierde la noción de lo que bueno y malo, pero realmente buscaré lo que Dios desea para mí.

(Aplausos.)

CRISTIANO. Quiero presentar a la ultima panelista, ella viene del alto y frío pueblo de
Mirar las Flores y dice ser la única bendecida de verdad con un gran hombre. Por favor, pase la rebelde sin causa.

REBELDE. (Manda un beso.) Me siento alegre por estar aquí. La verdad, como tú decías de mí, yo soy la verdadera bendecida aquí.

CRISTIANO. Tengo en mis notas que tienes al hombre perfecto, al novio que toda joven pudiera desear, cuéntanos.

REBELDE. Sí, así es, mi novio no tiene nada que envidiar a DiCaprio, menos la voz de Danilo, ninguno así. Él es bueno, me trata con cariño, me regala flores, me llama siempre, sí que se preocupa por mí, me acompaña a cualquier lugar.

CRISTIANO. Pues parece ser que si tienes a un perfecto novio.

REBELDE. Sí, además yo sí asisto todos los días al templo, leo la palabra de Dios, y sí diezmo de verdad, soy parte del coro, pertenezco al comité de evangelismo, ayudo a limpiar al iglesia y además soy maestra de la escuelitatodos los días.

CRISTIANO. Es impresionante, y tu novio ¿qué hace en la iglesia? ¿Qué cargos desempeña?

REBELDE. (En un tono bajo.) No, él no es cristiano.

CRISTIANO. ¿Cómo, si él no es cristiano, puedes servir en todo eso?

REBELDE. Es que nadie lo sabe, bueno hasta hoy.

CRISTIANO. Ya que conoces la Biblia y sabes que no estás bien con Dios, ¿qué vas a hacer? Me supongo que lo dejarás para servir a Dios.

REBELDE. ¿Qué? Ni loca, que otra ocupe mi campo, pero yo a él no lo dejo, y sí conozco la Biblia, pero no lo dejo, no lo dejo, y no lo dejo.

CRISTIANO. Bien, es tu vida, pero quiero decirte que es más importante agradar a Dios y hacer su voluntad, que por un hombre perder tu salvación y amistad con Dios. Piénsalo.

CRISTIANO. (Con la música.) Me despido sólo recordándote que está en tus manos hacer lo que a Dios le agrada y si sabes esperar él tiene alguien esperando por ti, no te equivoques de tren. ¡¡Bye Bye!!

 

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Historia de una maestra cristiana

Historia de una maestra cristiana

13 Minutos y 4 Personajes. Una maestra está muy descontenta con la actitud de una alumno hasta el punto que desearía no tenerlo en su clase. Al tiempo se entera de que su mamá estaba muy enferma y en casa lo estaban pasando mal. A partir de ese momento, la maestracomprenderá cuál es su tarea como educadora.
HISTORIA DE UNA MAESTRA CRISTIANA

PERSONAJES

NARRADOR
MAESTRA
ALUMNO MAL PORTADO (Judas Aparicio)
MANOLITO
ALUMNOS

NARRADOR. Este día queremos compartir con ustedes una historia que ocurrió hace mucho tiempo. El escenario está ambientado en el aula de Escuela Bíblica Dominical. Se cuenta que en este aula, la maestra aprendió algo que ella no era capaz de enseñar a sus alumnos hasta que pasó algo que le abrió los ojos. Estén muy atentos y vamos a ver lo que ocurrió.

(La escena comienza con los jóvenes alborotados que se arrojan unos a otros boletas de papel. Destaca en el relajo Judas Aparicio. Entra la maestra y ve el cuadro.)

MAESTRA. Por favor, ya está bien, compórtense como es debido. (Dando palmas.) Vamos, vamos, cada uno en su sitio.

(Obedecen todos excepto Judas que desde su sitio sigue arrojando bolas de papel.)

MAESTRA. Judas, por favor, ¿quieres estarte quieto? Revolucionas toda la clase.

(Judas obedece.)

MAESTRA. Bendiciones niños… hoy vamos aprender algo nuevo de la palabra de Dios. Cierren sus ojos vamos a orar.

(Cierran sus ojos y repiten la oración con la maestra.)

MAESTRA. Está bien, vamos a cantar para alabar a nuestro Dios

(Todos obedecen y se ponen a cantar junto a la maestra… pero Judas sigue molestando a los niños que se encuentran a su alrededor y la maestra solo lo observa.)

MAESTRA. Abrid su cuaderno del alumno y vamos a repasar la historia bíblica que corresponde a este día.

(Ojea unos papeles que tiene encima de la mesa. Judas comienza a secretearse con el compañero de al lado. La maestra lo ve y agota su paciencia.)

MAESTRA. Judas, levántate y ponte hacia la pared. Ya me tienes harta. Todos los domingos es igual. (Alzando la voz.) ¡He dicho que te pongas cara la pared!

JUDAS. Pero señorita, Pepito también ha hablado…

MAESTRA. Tú eres el culpable de todo. Eres el ángel negro de esta clase. No me repliques y a la pared.

(Judas se levanta y se pone cara a la pared.)

MAESTRA. (Como en sus pensamientos… pero en voz alta) Dios mío ya no soporto a este niño, yo no paso a traerlo y él es el primero en estar aquí esperando la clase… ya no sé que hacer con él. ¡Ojala el próximo domingo no venga!

NARRADOR. Ahí en la primera fila se sentaba Judas. La maestra observaba a Judas y había notado un cambio brusco en su actitud. También veía que su ropa estaba muy descuidada y que no le haría nada mal un buen baño. Digamos que Judas comenzaba a resultarle un tanto desagradable.

(La escena continua en el aula. Judas continúa castigado y la maestra comienza a hablar como si estuviera pensando.)

MAESTRA. ¡Vaya con el niño éste! No sé qué es lo que le sucede, antes no se comportaba de esta manera… era muy atento a la clase y hoy es todo un demonio, ya me es insoportable. Si por mí fuera no lo dejaba entrar pero bien tempranito está aquí esperando a que abra para dar la clase y para mi desgracia no falta ni un domingo… ¡Ay, Señor! ¿Qué haré…? Creo que este niño me provocará un infarto… Déjame descansar un día, Señor, y que no venga a la clase Judas… ¡Por favor, Señor!

MAESTRA. Bien, entreguen sus manuales para que se los califique y el próximo domingo se los tendré ya con sus notas.

(Comienza a recoger los cuadernos de los niños, uno por uno…. Y los va felicitando a todos. Cuando llega donde Judas le dice, seguramente tú tendrás un cero…. No sabes hacer nada bueno, solo molestar.)

NARRADOR. Y así pasaban los días, Judas haciéndole la vida imposible a la maestra y ella gozando cada vez que tenía que ponerle un cero. Pero un día ocurrió algo que cambió la vida de los dos. En el día de la celebración del día del Maestro, los alumnos tienen costumbre de obsequiar un presente a sus maestros.

(Aparece otra vez la escena de la clase. Todos los niños están en grupo hablando, bromeando y enseñando orgullosos los regalos envueltos en preciosos papeles decorados. Todos excepto Judas que está sólo afanándose en envolver algunos objetos. Entra la maestra.)

MAESTRA. Bien, muchachos. Se acabó la charla. Vamos cada uno a su sitio. (Fijándose en Juan.) ¡Qué raro que esté quieto! Algo estará tramando y seguro que no es nada bueno, pero por lo menos está tranquilo que ya es algo… Bendiciones, vamos a iniciar la clase de hoy.

(Todos obedecen excepto Judas que continúa con su tarea. La maestra lo observa, cuando se le acerca un niño de su clase)

MANOLITO. Hola hermana. ¿Cómo le fue el fin de semana?

MAESTRA. ¡Muy bien, Manolito! ¿Y a ti?

MANOLITO. No muy bien, maestra, porque en esta semana que pasó tuve que desvelarme mucho…

MAESTRA. ¿Por qué te desvelaste, Manolito? ¿Te dejaron muchas tareas en el Colegio?

MANOLITO. No, maestra…. ¿Que no sabe que fue lo que ocurrió hace algunos días?

MAESTRA. No, Manolito, cuéntame… ¿Qué fue lo que ocurrió?

MANOLITO. Es que usted sabe que hace muchos meses la mamá de Judas ha estado muy enferma y que las cosas en la casa de Judas han estado muy mal, porque han tenido muchos problemas. Tuvieron que gastar mucho dinero por la enfermedad de su mamá y ya no tenían quien cuidara de él y de sus hermanos porque su papá tenía que trabajar para que ellos comieran… (Mientras el niño hablaba la maestra se muestra muy sorprendida, porque ella no estaba enterada de todo lo que Judas había estado sufriendo) y entonces fue hasta esta semana que su mamá se murió y como yo estuve en el velorio de ella, por eso me desvelé en esta semana. ¡Ahhh, maestra, y ahora recuerdo que no la vi ni en el entierro!

(El niño se va hacia su asiento.)

MAESTRA. (La maestra se queda pensativa y preocupada.) Ahora encuentro la explicación a la conducta de este joven. ¡Qué mal me ha portado! En vez de hablar con él para ayudarle sólo le he tratado mal y he sido muy grosera con él… Dios perdóname por mi mala actitud, por no haber sido una buena maestra para Judas.

ALUMNO. Señorita, oiga, señorita.

(La maestra sin oír nada continúa con sus reflexiones.)

MAESTRA. ¡Qué egoísta he sido! ¡Jamás me perdonaré el comportamiento que he tenido con este joven!

ALUMNO. Señorita, señorita, ¿le ocurre algo?

MAESTRA. (Volviendo en sí.) ¿Eh? ¿Sí?

ALUMNO. ¿Se encuentra bien, señorita?

MAESTRA. Ah, sí, sí, me encuentro bien. No pasa nada, ¿qué quieres?

ALUMNO. Si le podemos entregar ya los regalos para celebrar su día y la excelente maestra que es.

MAESTRA. Sí, claro, claro. (Los niños van pasando a entregarle sus regalos. Judas sigue afanándose en envolver lo mejor que puede sus regalos. La maestra va abriendo los regalos y va comentando lo que le han regalado.) ¡Qué bonito, Casimira Bellavista! Muchas gracias. ¡Caramba, Petronila! Es estupendo. Mucho me gusta tu regalo Pepito.

(Los niños empiezan a hablar y a reír entre ellos mientras miran y señalan a Judas.)

MAESTRA. ¿Qué ocurre?

ALUMNO. Ya verá, maestra, qué sorpresa le espera… ¡Je, je!

(Judas se levanta con un paquete mal envuelto en un feo papel. La maestra desenvuelve el paquete y encuentra un viejo brazalete y un frasco de perfume a medio terminar. Risas de los niños.)

MAESTRA. (Poniéndose el brazalete.) ¡Basta, ya, muchachos! Es un regalo precioso que me queda muy bien. (Oliendo el frasco y echándose un poquito de perfume.)

JUDAS. Los usaba mi madre. Y ahora usted huele como solía oler mi mamá.

NARRADOR. Aquel día cuando acabó la clase la maestra lloró como nunca antes había llorado. Judas entregándole lo más precioso que tenía y ella incapaz de entregarle un poco de afecto y comprensión. En ese momento la maestra tomó una decisión. Se iba a dedicar en alma y cuerpo a ese muchacho y a todos los demás. Comprendió que enseñar a los niños es mucho más que impartirles matemáticas, literatura o química. Entendió que enseñar era compartir las alegrías y penas, y ayudarles a superar los momentos difíciles de su vida.

(Hacen una pausa para que aparezca en escena Judas y la Maestra… Estudiando)

NARRADOR. A partir de entonces la maestra pasó mucho tiempo con Judas, conforme comenzó a trabajar con él, su cerebro empezó a revivir. Mientras más lo apoyaba, él respondía más rápido. A final del año Judas se había convertido en uno de los niños más aplicados de la clase. Un día, la maestra encontró encima de su mesa una nota firmada por Judas, que decía. “Es usted la mejor maestra que he tenido en mi vida”.

Pasaron los años y la maestra y Judas seguían manteniendo relación mediante cartas.
Judas le iba contando sus progresos y la maestra estaba muy orgullosa de él. La historia no termina aquí…

Judas envió una carta a su maestra preferida, diciéndole:
“QUERIDA MAESTRA…
POR FIN HE ACABADO MIS ESTUDIOS EN EL INSTITUTO BÍBLICO Y AÚN ASÍ SIGO PENSANDO QUE ES USTED LA MEJOR MAESTRA QUE HE TENIDO EN MI VIDA.
MUCHAS GRACIAS POR CREER EN MÍ, POR HACERME SENTIR IMPORTANTE Y MOSTRARME QUE YO PUEDO HACER LA DIFERENCIA.
TENGO UNA BUENA NOTICIA QUE DARLE: MI NOVIA Y YO HEMOS DECIDIDO CASARNOS Y YA TENEMOS LA IGLESIA EN LA CUAL SERVIREMOS A DIOS COMO PASTORES, NOS GUSTARÍA QUE USTED FUERA LA MADRINA DE NUESTRA BODA.”

A esta carta la maestra le contestó con otra que le decía: “ME HIZO MUCHA ILUSIÓN RECIBIR TU CARTA Y ME ALEGRO DE QUE TE CASES Y POR SUPUESTO, ME ENCANTARÁ SER TU MADRINA. JUDAS FUISTE TÚ, QUIEN ME ENSEÑÓ QUE YO PUEDO HACER LA DIFERENCIA. ADEMÁS, NO SABÍA CÓMO EDUCAR HASTA QUE TE CONOCÍ”.

Y así acaba la historia de esta maestra que aprendió una lección que ella no era capaz de impartir.

CONCLUSIÓN:
Recuerda que donde quiera que vayas y hagas lo que hagas, tendrás la oportunidad de tocar o cambiar los sentimientos de alguien. Trata entonces de hacerlo de a la manera que Jesús lo haría

 

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El ladrón de la alegría

El ladrón de la alegría

12 Minutos y 8 Personajes. Un ladrón roba toda la alegría, gozo, paz y amor de varios niños hasta que una niña feliz le hace frente con la ayuda de Jesús.
EL LADRÓN DE LA ALEGRÍA
PERSONAJES
AMOR
GOZO
LADRÓN
DÁDIVA
FE
PAZ
NIÑA FELIZ
ÁNGEL

ESCENA 1

(Los niños juegan libremente en el parque, cuando el niño que tiene el globo con la palabra fe se le ocurre jugar a las escondidas a lo cual todos aceptan.)
AMOR. Bueno tú empiezas contando
GOZO. Está bien, contare hasta 50 y saldré a buscarlos…….
(Todos los demás niños salen a esconderse)
GOZO. 43…. 44…. 45…. 46…. 47…. 48…. 49…. Yyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy……. 50… ¿Dónde estarán? Bueno solo tendré que salir a buscarlos, no me será difícil.
(Gozo empieza a caminar y se da cuenta de que alguien lo sigue muy de cerca haciendo lo mismo que hace él.)
GOZO. ¿Quién eres?
LADRÓN. Soy tu amigo.
GOZO. ¿Mi amigo? Tú no eres mi amigo, mis amigos están jugando conmigo a las escondidas y tengo que buscarlos.
LADRÓN. Si fueran tus amigos no se esconderían de ti. Niño, ¿te puedo hacer una pregunta? Te he estado observando y me he dado cuenta que lo único que haces es reírte y cantar.
GOZO. ¡Hummmm! Si dices ser mi amigo deberías conocerme, ¿cierto?
LADRÓN. Cierto, pero tengo tantos amigos que no siempre me acuerdo de cómo son todos.
GOZO. Bueno, lo que pasa es que tengo a Jesús en mi vida y eso me llena de gozo y alegría por lo cual sé que las aflicciones no son comparadas al gozo de saber que soy salvo.
LADRÓN. ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja! ¿Jesús no se había muerto? ¿Gozo? Tonterías. (Con mentiras el ladrón trata de robarle el gozo al niño.) ¿Sabes, niño? Mi vida ha sido tan triste; he llorado la mayor parte de mi vida, no tengo familia, nadie que me ame, ¿tú compartirías tu gozo conmigo?
GOZO. No, porque este gozo es solo mío.
LADRÓN. ¿No quieres compartirlo conmigo?
GOZO. No.
LADRÓN. ¿Por qué no?
GOZO. Porque si lo comparto contigo ya no seré completamente feliz y en mi vida existiría amargura y tristeza.
LADRÓN. ¿De verdad que no quieres verme feliz?
GOZO. Este gozo es solo mío, de nadie más.
LADRÓN. ¡Bueno, entonces te lo robare!
(El ladrón le roba el globo que tiene en su mano y se burla del niño.)
LADRÓN. ¡Ja, ja, ja! Ya nunca más serás feliz, tu vida será amarga y triste, ¡je, je, je, je!
LADRÓN. ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Qué malo que soy! (Sigue burlándose del niño que solo llora arrodillado en el suelo).
GOZO. ¡Qué triste que me siento! Ya nunca más volveré a sonreír; tengo mi corazón lleno de pena y amargura.
LADRÓN. Ahora buscaré a los demás niños y les mentiré para robarle sus dones.
(Va en busca de los niños que están a las escondidillas).
LADRÓN. Hola, niño amor.
AMOR. Hola, no lo conozco, ¿quién es?
LADRÓN. Soy un amigo, ven conmigo, yo también estoy jugando, vamos a buscar a tus demás amigos.
AMOR. Pero, no lo había visto antes, ¿cómo me conoce?
GOZO. Estoy ocupando el lugar de tu amigo gozo, él me cedió su lugar, ven conmigo.
AMOR. Ok, vamos.
LADRÓN. Hola, niño dádiva.
DÁDIVA. ¡Oh! ¿Y cómo me encontró? ¿Quién es usted?
AMOR. Él es un amigo de gozo, él está jugando con nosotros.
LADRÓN. Sí, ven, vamos a encontrar a los demás.
DÁDIVA. Ah, pero mi madre me ha dicho que no hable con extraños.
LADRÓN. Sí, pero debes saber que yo soy de confianza, soy un gran amigo, ya lo verás.
DÁDIVA. (Dirigiéndose al niño amor.) Bueno, si tú estás junto a él y no te pasó nada, entonces les acompaño.
LADRÓN. Ya verás, ya verás todo saldrá bien. ¡Ji, ji, ji, ji! (Risa de suspicacia.) Ahora busquemos a la paz y al niño fe… ¿Dónde estarán escondidos?
DÁDIVA. Yo los vi. Creo que están por acá, vengan conmigo.
AMOR. Ok, apresurémonos.
LADRÓN. Oh, acá están los que me faltaban.
FE. ¿Qué sucede? ¿Dónde está gozo?
PAZ. Ya estoy cansada de estar escondida, y dime amor, ¿quién es este hombre?
AMOR. Pues es un amigo de gozo; está jugando con nosotros.
FE. Bien, ¿y ahora qué haremos?
LADRÓN. Sí, ahora quiero que todos ustedes me den su amor, paz, fe, y dádiva.
TODOS. No. Son nuestros.
LADRÓN. Se los robaré, ustedes no volverán a ser felices. ¡Je, je, je, je! Ahora tengo el poder…
(Los niños salen llorando y tristes.)

ESCENA FINAL

(Aparece el ladrón jactándose de todo lo malo que es.)
LADRÓN. ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Qué malo que soy! Cada día a muchos más niños les he robado su alegría… ¡Ja, ja, ja, ja! (En tono de burla.) ¡Qué tontos, ingenuos…! Creen que Jesús vive, que el amor es vital para la unidad, que con la fe se logran muchas cosas y que deben ser dadivosos con los que necesitan. ¡Ja, ja, ja, ja!
(Mientras el ladrón se burla entra una Niña con globos en los cuales salen los nombres: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, dominio propio. Ella entra entonado varios cánticos de alabanzas los cuales llaman la atención del ladrón.)
LADRÓN. ¿Y ésta quién es? (Pregunta al publico.) Lo que me faltaba parece estar mal de la cabeza, pero bueno verá que después que le robe sus alegrías nunca más va a cantar una de esas torpes canciones. ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Hola, niña! Te vi cantar, reír y me pareció interesante saber ¿por qué estás tan feliz? ¿Acaso estás de cumpleaños o te regalaron algo? ¿O quizás estás de novia con algún chico atlético por el cual muchas se mueren?
NIÑA FELIZ. No, señor, ni lo uno ni lo otro. (Sigue cantando mientras recoge flores.)
LADRÓN. Pero, debe existir una razón para tal felicidad.
NIÑA FELIZ. Sí, lo que pasa es que estoy rodeada de amor. Mis pastores y hermanos en mi iglesia me aman y me…
LADRÓN. (La interrumpe.) ¡Otra loca más! Perdón, otra linda niña… Sigue comentándome tu gran alegría.
NIÑA FELIZ. Bueno y lo más importante es que tengo a Jesús en mi vida.
LADRÓN. Qué interesante pero, ¿sabes algo? Jesús murió, lo mataron en una cruz, murió y punto: no existe más.
NIÑA FELIZ. Perdón, señor, pero Jesús vive, el resucitó al tercer día y ahora vive en mi corazón.
LADRÓN. ¡Ja, ja, ja, ja! Debes estar loca, niña: Jesús murió y punto y para que veas que es cierto, te robaré tus alegrías ¡Ja, ja, ja, ja! (El ladrón le arrebata los globos (sinónimo de su alegría.) ¡Ja, ja, ja, ja! Te los robé, ahora serás infeliz, sin alegría, sin amor, nadie te va a querer que malo que soy. ¡Ja, ja, ja, ja!
(El ladrón se da cuenta que la niña sigue feliz, cantando más fuerte y hasta danzando.)
LADRÓN. ¡Hum! ¿Qué es lo que pasa? Quizás esta niña piensa que le estoy jugando una broma pero para demostrarle que no es así acabaré de una vez por todas con su alegría. (El ladrón saca una aguja y revienta uno por un uno los globos.) A la 1, 2, 3 chao, amor, (revienta el globo. Hace lo mismo hasta reventar el último globo pero ve que no causa efecto eso en la niña.) ¿Qué es lo que pasa? Aún no deja de cantar y pareciera que cantara más fuerte… ¡Qué desagradable esta niña! Tendré que darle un susto tremendo; quizás se calle y se ponga a llorar. (El ladrón camina por detrás de la niña y sin que ella se dé cuenta la asusta, la niña sigue cantando muy feliz.) Escúchame, niña, ¿cuál es el motivo de que estés así? Te robé tu felicidad y más aún, la destruí y sigues así de alegre.
NIÑA FELIZ. Ya le expliqué, señor, que en mí vive Jesús y por lo cual él es mi gozo, mi paz, amor, mi alegría, mi todo.
LADRÓN. Basta, te dije que Jesús murió, yo lo mate, vi como él murió y es más, me burlé de su muerte. Él no es nada porque ya murió. ¡Ja, ja, ja, ja! Dime algo, niña, mira a tu alrededor: ¿ves a Jesús? Solo yo estoy aquí porque yo lo maté y ahora haré lo mismo contigo. ¡Ja, ja, ja, ja!
(La niña se arrodilla en el suelo y empieza a orar.)
NIÑA FELIZ. Señor Jesús, yo sé que tú moriste, pero que resucitaste al tercer día para darme vida y ahora vives en mi corazón. Te pido que por misericordia ayudes a este señor que está diciendo cosas sobre ti, que no le tomes en cuenta todo lo que él dice, manda a uno de tus ángeles para que le demuestre tu poder sobre los cielos.
(El ladrón toma a la niña de un brazo.)
LADRÓN. Ahora verás que solo yo existo.
(En eso entra un personaje de blanco en escena, un ángel, la niña lo ve y exclama.)
NIÑA FELIZ. ¡¡Jesús!! Sé que mandarías a un ángel para ayudarme como siempre lo haces.
(El ladrón al ver el ángel exclama.)
LADRÓN. ¿De verdad que Jesús está vivo? No puede ser, mejor me voy… (El ladrón sale huyendo.)
(El ángel toma a la niña y la abraza y mirando al público exclama…)
ÁNGEL. El ladrón vino para matar, hurtar y destruir, y Jesús vino a este mundo para que tengan vida y vida en abundancia.

 

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